Al principio del torneo, los aficionados del Club Guadalajara no tenían otro pensamiento que rondara por su mente que no fuera la salvación del equipo de sus amores; Chivas se encontraba en el abismo del descenso, en el cual no caía desde la temporada 1970-1971 cuando los torneos aún eran largos y el equipo rojiblanco venía de una hegemonía en la década de los 60s al conquistar en 13 años, 8 títulos de los 11 que tiene actualmente.

A diferencia de aquel torneo, primero en el cual se aplicaba el sistema de liguilla donde 18 equipos fueron divididos en dos grupos conformados de nueve clubes cada uno y el último lugar de cada sector jugaba un partido a promoción en el cual el que perdiera descendía, el Rebaño se encontraba ahora con la tabla porcentual como su máximo enemigo en la competición.

El comienzo del torneo no fue fácil, en la jornada uno visitaban una cancha que siempre se les ha complicado, la del Víctor Manuel Reyna, de donde salieron con derrota de 2-1 frente a Jaguares de Chiapas, cayendo por primera vez en su historia en el último lugar de la tabla de cocientes.

El gran trabajo de los hermanos De la Torre -José Manuel y Néstor- se vio reflejado desde la jornada número dos, con Guadalajara yendo de menos a más, consiguiendo grandes resultados como aquel 2-1 en contra del Puebla, que lo harían alejarse del último lugar de la porcentual y escalar posiciones en la tabla general, llegando incluso a ser líder general en varias jornadas.

Jugadores como Luis Ernesto Michel, portero muy criticado pero con la experiencia necesaria para mantener un equilibrio entre él y su defensa, los centrales Jair Pereira y Carlos Salcedo y el delantero Aldo de Nigris fueron factor clave para que los de la Perla de Occidente resurgieran de las cenizas.

El segundo máximo goleador histórico del equipo, Omar Bravo, fue también fundamental dándole puntos valiosos a su equipo, al tiempo de aumentar su cifra goleadora tratando de alcanzar a Salvador Reyes y hacer historia con el club de Verde Valle.

En Copa MX la cosa no fue distinta, Chivas terminó líder de su grupo y avanzó fase por fase para llegar a la gran final de la competición copera, pero los descuidos defensivos y el pobre planteamiento ofensivo fueron el talón de Aquiles del segundo máximo ganador de ligas en México, lo que dio como resultado el quedarse cerca de conseguir un trofeo que muchos pensaban no era prioridad, pero que tanto los jugadores como ‘Chepo’ de la Torre lo calificaron como importante en el terreno de juego.

Lamentablemente, Chivas perdió gas en las últimas fechas del torneo, pasó de ser líder general a terminar en quinto lugar dentro de la tabla, ofreciendo juegos con poca ambición ofensiva y con poca creatividad. El nivel les alcanzó para llegar a Semifinales, previa serie en Cuartos ante Atlas, pero en la antesala de la Final fueron superados por Santos.

En términos generales, el Guadalajara cumplió, al menos en este torneo salvándose del tema del descenso, sin embargo, no debe relajarse ya que aún continúa inmerso en esta problemática. El asunto de la liguilla y el campeonato era un plus que no pudieron conseguir, pero que dejó sin duda alguna un buen sabor de boca en la mayoría de sus aficionados.