No. Chivas, en su presente estado, no es un equipo hecho para campeonar.

Y no es una malinterpretación. El Guadalajara tiene un excelente grupo de jugadores que están en buen momento. Tiene un técnico que finalmente se ha asentado al fútbol mexicano y que proyecta la contundencia que conlleva un equipo como las Chivas. La defensa es la segunda mejor del torneo e inclusive la decisión de prescindir de Omar Bravo ha tenido un efecto positivo en la escuadra rojiblanca. Chivas es un buen equipo digno de estar en la Liguilla. Nada más.

Inicio turbulento

Al principio del torneo el desempeño de Matías Almeyda en el banquillo no tenía gran predicamento. Pero Jorge Vergara (increíblemente) confió en el técnico argentino y éste retribuyó la confianza del dueño con resultados positivos en la segunda mitad de la campaña. Con todo, el inicio de torneo que Chivas hizo fue paupérrimo al no obtener ninguna victoria en los primeros ocho partidos. En contraste, las seis victorias que tiene el Guadalajara han sido obtenidas en sus últimos ocho compromisos. Así es la Liga Mx, una racha de victorias consecutivas te eleva del estancamiento a puestos de calificación.

Los rivales

Monterrey, Pachuca, León, Santos e inclusive América han exhibido más regularidad y cohesión como equipo en el espectro completo de resultados. Chivas enfrentará a alguno de estos en los Cuartos de Final; además, todo parece indicar que el Rebaño tendrá que cerrar los partidos de vuelta fuera de casa, una desventaja considerable en cualquier eliminatoria.

Chivas, como Campeonísimo y con esencia de equipo histórico, siempre debe de estar hecho para ganar. Por el momento, creo que Almeyda está incubando a un conjunto que el próximo torneo será más dominante y que además se restablecerá como el grande del fútbol mexicano que es. Por lo pronto afronta una Liguilla sin nada que perder y en la cual puede pasar cualquier cosa. Esto ya es harina de otro costal.

Una Liga de oportunistas

Billy Bean, mánager general de los Atléticos de Oakland explica que su teoría del Moneyball no es aplicable en la postemporada dada la muestra tan pequeña que representa y lo fortuitos que resultan los juegos. Este personaje llevó a un equipo de las nóminas más bajas en las Grandes Ligas a tener extraordinarias campañas regulares solamente para ser eliminado siempre en la primera ronda de la postemporada. Paralelamente al béisbol, así es la Liguilla: un poco de contundencia, suerte y oportunismo. No es para el que esté hecho, sino para el que esté dispuesto.

Chivas ha demostrado que puede ganar los juegos a como dé lugar. Contra Atlas ganó con la camiseta en un solitario córner que Pereira definió con el hombro. En el encuentro ante Dorados, el Guadalajara se vio titubeante enfrente del que es por mucho el peor equipo de México. Pero en ambos ganó.

Reitero; un equipo que no ganó hasta la Jornada 9 no debe de ser campeón bajo ningún motivo. Chivas no está actualmente hecho para campeonar. Pero de que puede, bajo las generosidades de la Liga Mx, puede.

En el universo de la Liguilla, las implicaciones del torneo regular cesan de existir. Tecos llegó a la final luego de estar a punto de descender en el 2005, Querétaro estuvo cerca de  remontar un 5 a 0 en la final de vuelta del año pasado.

Lamentablemente, la cronología de nuestro fútbol produce evidencia que sugiere que en la aleatoria y mediocre Liga Mx, todo puede pasar.