Guadalajara no consiguió plasmar ante América el estilo futbolístico que Matías Almeyda le influenció para llegar a la liguilla. A pesar del control del balón, las Águilas tuvieron las oportunidades más claras de gol. Sin embargo, el timonel rojiblanco aseguró que su equipo mantuvo la misma línea de los partidos pasados.
"Vi a un Chivas que intentó jugar de la misma manera, en ningún momento este equipo especula. Cuando un equipo está formado por varios millones de dólares lo mínimo que tiene que hacer es ir al frente".
Almeyda agradeció a sus jugadores por intentar jugar buen futbol: "Contra un rival difícil, con grandes jugadores; hicimos lo que entendíamos que había que hacer, la idea nuestra se vio clara".
Al igual que Ignacio Ambriz, rechazó hablar sobre el árbitro César Arturo Ramos de polémica actuación: "Si no habló el técnico de América del arbitraje yo no voy a caer en la tentación". Incluso, se atrevió a intercambiar roles con la prensa a la qué preguntó si fue penal la barrida de William Da Silva sobre Orbelín Pineda. La respuesta de los medios fue variada y se llegó a la conclusión de que se debió marcar un penal para cada equipo. También preguntó por ambas expulsiones y recibió como respuesta que las dos fueron rigoristas.
Pero, Almeyda manifestó que es la segunda vez que se equivocan en contra de ellos, recordando el Clásico de la fase regular donde Guadalajara se sintió afectado por el arbitraje.
"El arbitraje tiene errores como todos los tenemos, pero para dirigir esta clase de partidos hay que minimizarlos".
Para el técnico de Guadalajara, el hecho de que el América se quedara con diez hombres solo los convertía en rivales más peligrosos: "Enfrente hay un rival muy fuerte. Cuando ellos quedan con diez hombres son más peligrosos que con once, por qué tienen jugadores muy rápidos y por las bandas van con mucha velocidad y habilidad".
'El Pelado' también negó que ir al Estadio Azteca sin recibir gol de local sea ventaja para su equipo: "Nosotros vamos a intentar hacer goles y que no nos conviertan. Esa es la única manera de ganar y emular lo que hicimos el año pasado".
En el juego de vuelta Almeyda descartó cualquier presión que puedan tener sus jugadores ante la falta de experiencia en liguillas: "Nos va a motivar. Tanto jugadores como yo quisiéramos jugar media hora un partido como estos. Es el partido soñado, el rival soñado", cerró.