Duro revés se ha llevado el Cruz Azul por parte del Comité Disciplinario de la Confederación de Norte, Centroamérica y del Caribe de Fútbol Asociación (CONCACAF), pues el organismo ha decidido aumentar la sanción disciplinaria que pesa sobre el guardameta titular del club capitalino, José de Jesús Corona, luego de la riña acaecida al término de la semifinal de la Concachampions ante los Xolos de Tijuana.

El portero de la Máquina y también de la Selección Mexicana no podrá ver participación en los dos encuentros de la Final de la Liga de Campeones de la CONCACAF ni en el primer partido del Mundial de Clubes Marruecos 2014, en caso de que los cementeros logren el boleto a la justa a celebrarse en diciembre del presente año.

El aumento a tres partidos de suspensión para 'Chuy' fue dictaminado basados en la infracción cometida al artículo 47 párrafo m) del Código Disciplinario de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), como castigo por conducta antideportiva, específicamente en el uso de un lenguaje provocador y de gesticulaciones empleadas con el motivo de incitar a un oponente.

Además, al Club Deportivo Cruz Azul le fue impuesta una sanción económica -cuyo monto no fue revelado- por la gresca ya citada y también el Dr. Alfonso Jiménez se va dos partidos a la congeladora por ser parte del incidente en el Estadio Azul.

De esta manera, Jesús Corona se ve nuevamente en el ojo de la tormenta por un altercado que le priva de estar con su club en estos cotejos tan importantes para la institución, a reserva de saber si esto no le acarreará algún efecto negativo en las próximas convocatorias del entrenador nacional, Miguel Herrera, de cara a los juegos preparatorios para la Copa del Mundo Brasil 2014.

Cabe recordar que el meta cementero se perdió el Mundial de Sudáfrica 2010 luego de estar inmiscuido en una golpiza en un bar en la ciudad de Guadalajara semanas antes del inicio de la competencia futbolística más importante del planeta, y de la cual, no se hizo responsable en un principio, asegurando que había sido su primo el protagonista del zafarrancho.

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