Pocas veces se ha visto un cuadro de Cruz Azul tan lleno de dudas y fallos como el que está presentando Luis Fernando Tena. Ni en la Liga Bancomer MX y ahora en la CONCACAF Liga de Campeones se ha visto bien o con una conjunción que sus fanáticos esperan. La oportunidad para corregir el rumbo era esta noche en Panamá, pero el Chorrillo FC tenía una desagradable sorpresa.

La noche centroamericana lucia bien, al contrario de la cancha “Maracaná” que no estaba en las mejores condiciones. Cruz Azul presentó varios cambios en su alineación, entre ellos uno de los refuerzos más sonados: Aníbal Zurdo. Mientras tanto, los panameños pusieron a su cuadro estelar y estaban listos para una real batalla.

Y los locales empezaron atacando. Varias jugadas de peligro a la cabaña de Corona fueron la carta de presentación. Poco a poco los jugadores azules trataron de nivelar el partido, sobre todo por la banda de Fabián que era la que mas pesaba. Pero por más intentos poderosos, la creatividad estaba seca para los cruzazulinos que siguen teniendo dudas a la hora de las decisiones.

Fue el segundo tiempo donde se recrudeció más la situación cementera. Una jugada clara de Zurdo que cabecea mal y se va para afuera fue el acabose de una tarde mala para el delantero que no ha pisado firme en el cuadro cementero. Pero la culpa está repartida en todos los jugadores ofensivos que siguen sin ritmo y a veces sin tino.

Pero el que menos tenía que fallar lo hizo en el peor momento. Un disparo con poder pero atajable llega a Corona pero este no puede controlar como quiere y en la llegada de dos atacantes panameños chocan varios jugadores y el árbitro marca un penal. Dudoso y controversial pero al 69’ Justin Arboleda lo cobra para que el arquero mexicano lo ataje pero el rebote quede de nuevo para el panameño y se abra el marcador.

Cruz Azul tuvo 25 minutos más para poder emparejar el marcador pero jamás supo cómo. Entre la desesperación y sus errores el tiempo se acabó y un resultado histórico se dio en ese curioso “Maracaná”. Los cementeros siguen con fallas garrafales que cuestan puntos y partidos. Quizá no se piense en sacudidas fuertes pero un buen regaño para corregir el camino no estaría mal.