La consecuencia de un mal torneo no se da solo en un partido. Cruz Azul tuvo malas decisiones durante la fase de grupos de la CONCACAF Liga de Campeones y el resultado fue jugarse todo su destino ante el equipo costarricense Alajuelense como visitante. Tanto los mexicanos como los ticos sabían que, fuera cual fuera el marcador, iba a ser polémico el encuentro de principio a fin.

El cuadro de Luis Fernando Tena no se guardo nada y puso al  cuadro titular que también ha tenido irregularidades en la Liga Bancomer MX. Los locales tenían a todo el Estadio Alejandro Morera Soto a su favor y el plus de que empatando o ganando tenían su boleto para la siguiente fase. Nada les podía salir mal a los jugadores de Oscar Ramírez.

Y empezó perfecto para el Alajuense que, al minuto 2’ abrió el marcador con un gran gol de Alonso que batía a Corona. La noche se le venía a los cementeros que no podían descifrar el partido planteado por los costarricenses que plantearon un gran juego y que seguían ofendiendo a los mexicanos de forma peligrosa.

Pero la respuesta azul fue aguerrida y se transformó en gol al 8’ cuando Gerardo Torrado agarró un rebote fuera del área y sacó un disparo que perforó el arco de Pemberton que ni las manos pudo meter. Todo un juego para buscar un resultado que les diera la calificación a los cementeros. Pero entonces empezó a cundir la tensión en tierras ticas.

Al primer tiempo solo le faltó otro gol para romper ese ambiente de incertidumbre para ambas escuadras. Para el segundo tiempo, los ticos volvieron a presionar el arco de Corona e incluso pudo ampliar el marcador en un tiro libre pero el poste le negó toda posibilidad. De nueva cuenta, la falta de creatividad en el cuadro azul empezó a ser factor para ni siquiera inquietar el arco.

Solo un tiro libre de Giménez que volvió a dar en el poste le dio cierta esperanza de sacar el resultado favorable para los visitantes. Pero ninguna aproximación era de real peligro para preocupar a Alajuelense. Los últimos minutos fueron de desesperación visitante, tanto que el arquero Corona fue a rematar un balón y parecía que le hacían una falta dentro del área pero el central no la concedió.

Empezaron a haber roces importantes y los golpes empezaron a cundir en la cancha. El primero en empezar fue Formica quien repartió golpes a diestra y siniestra para que los ticos respondieran de igual forma. La bronca se extendió a todos los jugadores que repartían patadas y empellones. Incluso cierto sector de aficionados se metió al terreno de juego. Todo para aderezar un gran fracaso del campeón vigente del torneo internacional.

Solo quedó la vergüenza de Cruz Azul tirada en el estadio centroamericano. Un nuevo fracaso de un equipo que sigue sin entender cómo darle alegrías a su gente. Sobre todo, este semestre ha sido de terror para los cruzazulinos que van chocando con pared desde hace algunos meses. Solo una renovación podrá salvar el destino celeste que va cuesta abajo.