Al principio del año, los seguidores de Cruz Azul tenían una razón por la cual sonreír: la continuidad de Luis Fernando Tena y la llegada de nuevos jugadores para reforzar el plantel, los hacía pensar de nueva cuenta en un campeonato en cualquier frente para la Maquina. El problema fue que la inconsistencia y la apatía volvieron a reinar en el seno de los jugadores y el plantel.

Aunque, los cruzazulinos tuvieron un arranque de ensueño los primeros seis meses. El Clausura 2014 lo acabaron como primer lugar general y una friolera de 36 puntos a su favor. Once ganados, tres empatados y tres perdidos para los hombres de Tena, quien tenía en Pavone, Giménez y Fabián a los jugadores más importantes en esta etapa.

Sus números también avalaron el trabajo del entrenador y ganador de la Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos Londres 2012. 28 goles a favor y 19 en contra. Fabián con 7 anotaciones y Formica con 6 fueron los más activos en el tema del goleo individual y, prácticamente, estaban en la carrera por ser uno de los equipos más avasalladores de los torneos cortos.

Pero, de nueva cuenta, una maldición no comprensible atacó al plantel para los Cuartos de Final. El rival era el equipo que buscaba el bicampeonato: el Club León. El partido de ida en el Nou Camp fue bastante disputado y quedo en un vibrante empate a un gol. El factor de la anotación de visitante parecía dar a los azules el empuje anímico.

Pero el partido de vuelta significó todo un desastre. Los goles de Boseli y Montes voltearon la situación, y el que a hierro mata a hierro muere. Otro fracaso estrepitoso para los superlíderes. Y una sensación que la hinchada del Cruz Azul ya conoce. Era de esperarse que el Apertura 2014 fuera algo más que una revancha para todo el plante.

Caída libre en fin de año

Se suponía que las incorporaciones para el Apertura 2014 estaban hechas para apuntalar al plantel para las tres competencias que tenían: El torneo de Liga, la Concachampions y el Mundial de Clubes. Pero, al parecer, las manos de los promotores y malas decisiones produjeron un efecto contrario al que Tena quería llegar.

Gente como Hernán Bernardello, Aníbal Zurdo y hasta gente probada como Francisco Javier Rodríguez y Alejandro Vela llegaron en un mal momento. Algunos de ellos fueron titulares en los primeros partidos, pero la mala racha de tres jornadas sin ganar empezó a sembrar dudas en los críticos y aficionados. Un triunfo apurado contra el Puebla fue lo que aplacó un poco esas dudas.

Fue la irregularidad la que atacó al equipo entonces. Derrota en Monterrey, victoria en Querétaro y una serie de empates y derrotas comprometieron seriamente el pase del equipo. Y Concachampions no mejoró tampoco la situación. Un ganado, dos empatados y un perdido lo eliminaron de toda oportunidad de ser bicampeón en el torneo internacional.

Foto: Agencias

Con el pase comprometido y la derrota ante los Pumas, su única esperanza era el vencer a los Leones Negros y esperar combinaciones favorables. Pero la tarea no se hizo y el empate los marginó de la fiesta grande. Ahora, una gran incógnita sobre el desempeño del equipo en el próximo torneo que es el Mundial de Clubes, es válida en todos los sentidos.

Lo único esperanzador en este año de tropiezos para Cruz Azul es la experiencia de sus jugadores y cuerpo técnico en instancias importantes. Es bien sabido que los equipos mexicanos se crecen ante clubes internacionales. Debe entonces de remarcarse una frase que a Luis Fernando Tena le gusta decir: Lo que quieren es trascender y la meta debe mentalizarse lo más pronto posible.