Ahora con la partida de varios elementos de la escuadra cementera, tal parece que la Máquina se reforzará, contratará jugadores de renombre y desbordará un buen futbol, o al menos eso quisieran todos los hinchas de Cruz Azul. Como cada seis meses, el aficionado sufre y sufre como pocos en México.

Diversas son las razones por las cuales el hincha celeste se ha quedado a nada de gritar, campeón, de lo que sea pero campeón; que si el árbitro, que si el América, que si las lesiones, pero el resultado del cuento siempre es el mismo: una situación vergonzosa, de pena e inclusive de lastima con la Máquina como protagonista.

Con un plantel basto y competitivo con el que se le caracteriza, se le ha comparado con la Selección Mexicana, por el "ya merito", y el famoso quinto partido, adaptándolo para los cementeros sería un campeonato.

¿Pero qué saben los jugadores o la directiva de ser de Cruz Azul?

Una respuesta compleja pero seguramente a más de alguno de los lectores sabrán responderla.

1.- Ellos no saben lo mucho que alguien trabaja por vestir con orgullo sus colores cada año, cuando probablemente algunos de los jugadores no sientan siquiera respeto alguno por ellos.

2.- Muchas veces los hinchas han decidido recorrer largas distancias para acudir a verlos, sin embargo hasta parece burla que los jugadores no puedan poner algo de entrega dentro de la cancha.

3.- El hincha ha sacrificado muchas oportunidades por alentar cada sábado, no importando llueva o haga sol.

4.- Ser el blanco perfecto de las burlas… pero ya se han ido acostumbrando.

5.- Derramando lágrimas cada final por ver caer a su equipo, a su mundo, a su todo, cuando los jugadores no derraman siquiera sudor en la cancha.

Probablemente algunos se cambiarán de equipo y será para ellos una mala experiencia con la cual tuvieron que lidiar en la cancha, pero con los bolcillos llenos. Para los directivos el ambiente se ha tornado monótono y hasta para algunos… divertido, tal parece que apuestan por no ser campeones, o al menos eso se ve.

No todo es malo para el conjunto celeste, mientras la esperanza y los buenos corazones de los hinchas sigan latiendo con ese insólito amor por el azul y el blanco, habrá buenos momentos por contar.

La historia y la gloria del club, no se definen por campeonatos, ni por estadios llenos, se mide por la afición que lo respalda, aquella que ha sabido estar en los malos y peores momentos, apabullada por críticas, por el poco respeto a la institución pero al final… es la misma que disfrutará de la gloria como nadie más, porque el futbol es de revanchas y le debe muchas a este loco amor llamado Cruz Azul.

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