Si la lesión de Roque Santa Cruz fue frustrante para el seno cruzazulino, al prolongarse de más, haciendo impacientar a los aficionados celestes; debe ser difícil ponerle un adjetivo a la situación que atañe al colombiano Carlos Lizarazo que, ya en la mitad del torneo, sigue sin debutar con la Cruz Azul y ni siquiera tiene fecha tentativa para hacerlo.

El mediocampista de 23 años llegó desde diciembre a la institución, proveniente del Deportivo Cali de su país, y desde entonces no puede ver la buena fortuna, estando casi permanentemente con complicaciones diversas, apenas participando en la tercer y cuarta jornada del campeonato sub 20, siendo –por consecuencia– un completo desconocido para la mayoría de la afición celeste.

Al respecto, el exjugador azucarero se pronunció diciendo que, más que desesperación, siente ansias de jugar y está haciendo lo posible para que su recuperación sea pronta. De la misma manera, no siente comprometido su lugar en la institución y confía en que, cuando llegue el momento, serán sus actuaciones las que lo respalden:

Estoy con ansiedad de querer estar bien rápido, pero no estoy desesperado. Fue un golpe en un amistoso el que agravó las cosas y ahora hay que buscar la manera de recuperarme bien y que sea rápido. Ahorita no puedo pensar en directivos, no puedo pensar en nada; sólo en recuperarme bien y, cuando juegue, lo haré de la mejor manera y ya ellos juzgarán".

Lizarazo pasó los exámenes médicos del equipo sin complicación y es la hora en la que no termina por estar al ciento por ciento para jugar. Aunque el cuerpo médico del Cruz Azul intente evadir el tema, éste podría ser un caso más a la prolongada lista de inconsistencias en el accionar médico del club.

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