Quien esté familiarizado con el torneo mexicano, sabrá que la realidad del mismo comienza verdaderamente a definirse, aproximadamente, a partir de la Jornada 13. Con esta ‘cabalística’ fecha, la recta final del torneo se hace evidente y son las rachas y los momentos positivos, los que terminan por definir quiénes estarán en la fase final de la competencia y a qué aspirarán en ella.

Cruz Azul y Tigres son dos equipos, por su infraestructura y capacidad directiva, obligados semestre tras semestre a meterse a la liguilla. Por dicha razón, el partido de este sábado representaba algo de suma trascendencia, al acercar al ganador al tradicional ‘número mágico’, que suele rondar entre los 23 y los 25 puntos.

La Máquina llegaba dolida a su campo, luego de perder uno de los partidos que más inquietud mediática generan en el país en su visita al Estado Azteca, ante América, la inmediata semana anterior. Aun así, con sus 19 unidades sumadas hasta el momento, ganar este partido le significaría casi asegurar la consecución de puntos necesaria para calificar.

Tigres, por el otro lado, podía presumir una historia relativamente similar a la de su rival en turno. Aunque la semana previa había ganado en su cancha, contra Veracruz, su repentino empate en la Copa Libertadores mermó el ánimo del equipo previo al duelo del fin de semana. No obstante, sus 19 puntos también los podían motivar a pensar que, ganando esta vez, la liguilla se encontraría más que cerca.

Ya entendiendo la situación, el partido en el papel,pintaba para muy buenas cosas. Desafortunada fue la sorpresa cuando, tras apenas un cuarto de hora, el rumbo se había definido en su totalidad, inclinando la balanza hacia un solo lado, sin capacidad del contrario para nivelarla más en algún lapso del encuentro.

Corría el minuto 4 cuando Cruz Azul, posterior al recentro de un tiro de esquina, por conducto de Roque Santa Cruz sacó un remate de cabeza imposible para Nahuel Guzmán, colocando el 1-0 inicial. Apenas diez minutos después, al 14’, luego de un penal dudoso en donde Iván Estrada empujó a ‘Alemao’, otra vez el paraguayo, ahora desde los once pasos puso el 2-0 que no movería más el marcador.

Como si el marcador siguiera parejo, la Universidad de Nuevo León no tuvo la mínima intención de incrementar su intensidad. Cruz Azul siguió siendo amo y señor a lo largo del primer tiempo y su arquero, José de Jesús Corona, poco o nada tuvo que hacer para mantener imbatido su arco en un primer tiempo que no tuvo mucho más que ofrecer.

La segunda mitad no cambió en su tónica.Tigres, aún cuando salió con una actitud medianamente más propositiva, fue incapaz de generar el suficiente peligro, en un encuentro en donde sus jugadores importantes al ataque, como Joffre Guerrón y Rafael Sóbis, no estuvieron enchufados. Por eso, Cruz Azul con el camino allanado, se conformó con mantener el trámite y tampoco hizo mucho al ataque para incrementar su cuota goleadora.

La más importante de peligro en todo el segundo tiempo llegó hasta el minuto 86. cuando Damián Álvarez como en sus mejores tiempos sacó magia por la banda izquierda y, tras dejar a dos cruzazulinos tendidos en el camino, sacó potente remate que fue bien apagado por Corona, en el único momento verdaderamente apremiante que le generó el equipo visitante.

Con la victoria en esta jornada, los Celestes han llegado a 22 puntos y ya se colocan en la tercera posición general que, aunque puede cambiar a lo largo de la jornada, no los relegará de los primeros cuatro. La UANL, por su parte, se queda en 19 unidades y a la expectativa de lo que hagan varios equipos en la jornada para conocer cuál será su lugar en la tabla.