Ya se le está haciendo costumbre a Cruz Azul iniciar sus torneos con escasez de gol. Irónicamente, los siete tantos que el cuadro celeste tiene convertidos hasta el momento en el Apertura 2015, presumen ser los registros más altos entre los últimos tres campeonatos, a estas mismas alturas.

No obstante, aun cuando el club llevaba solo cinco goles en siete fechas, en el Apertura 2014, podía presumir estar en la parte media de la tabla. Y, más sorprendentemente todavía, con seis, en el Clausura 2015, era tercer lugar general.

Hoy en día, los siete goles convertidos, no le han servido más que para postrarse en el nada honroso penúltimo lugar general y solo demuestran que el cuadro capitalino se encuentra inmiscuido en una severa crisis de resultados. Una crisis que toma tintes más dramáticos aún, si se le combina con la situación en defensa, la cual cuenta con el doble de goles encajados hasta el momento.

Alarmas en las divisiones inferiores

Si tal situación no fuera poca cosa, la crisis cementera permea en sus divisiones inferiores en donde los cuadros Sub-20 y Sub-17 no han iniciado bien su accionar por sus campeonatos. Con registros de 9 y 6 goles, respectivamente, los planteles con límite de edad tampoco dan muestras de real contienda por el título y, en el caso particular del cuadro Sub-17, acusan una situación muy similar a la del primer equipo, también con un 17° lugar general, producto de tan solo cuatro unidades sumadas.

Regresando a la situación del equipo profesional, poco ánimo se le puede poner a la estadística ofensiva, cuando se revisa que la cuota goleadora individual solo registra a cuatro jugadores involucrados en ella. Más llamativo aun, uno de esos cuatro involucrados y también uno de los líderes en el rubro (con la no muy presumible cuota de dos tantos), pertenece a la zaga y es el único que le ha dado puntos a Cruz Azul, hasta el momento –Fabio Santos–.

Queda muy claro que, por más que se ratifique a Sergio Bueno en la dirección del cuadro celeste, una paupérrima cifra goleadora, aunada a una endeble defensiva y cuatro derrotas consecutivas, no se encuentra entre las obviedades de un cuadro que presume de un prestigio y grandeza en el fútbol mexicano. Algo habrá de cambiar inmediatamente en el seno cruzazulino, porque la situación es meramente insostenible.