Las jornadas de la Liga Bancomer MX siguen su curso y la sequía continúa para un equipo que se hunde cada vez más con el tiempo en la tabla porcentual y que parece estar prácticamente condenado a volver a jugar la próxima campaña en la división de plata del fútbol mexicano. 

Dorados de Sinaloa ha tenido uno de los peores arranques en toda la historia del balompié azteca, luego de iniciar el certamen con cinco derrotas de forma consecutiva, tres de ellas por goleada, recibiendo un total de once anotaciones y sin poder tener respuesta alguna a la ofensiva. 

La situación es todavía más crítica, pues, tomando en cuenta los dos últimos encuentros del pasado Apertura 2015, el ‘Gran Pez’ hilvana siete partidos de liga desde su última victoria obtenida ante las Chivas de Guadalajara en el Estadio Banorte. Ese mismo encuentro también significó la última vez que pudieron mandar el balón al fondo de las redes, teniendo una preocupante marca de 630 minutos sin poder anotar. 

Con tan sólo tres victorias en veintidós jornadas disputadas, la renovación casi total de una plantilla entre una temporada y otra, la llegada tardía de los refuerzos extranjeros, el tiempo de adaptación de los mismos, además de los tres directores técnicos y un interino que se han sentado en el banquillo, el proyecto del presidente Toño Núñez que en un principio parecía ambicioso se ha derrumbado antes de lo presupuestado, haciendo que la escuadra aurea siga sin poder salir del fondo de la tabla de cocientes. 

Los ahora dirigidos por el profesor José Guadalupe Cruz recibirán el próximo sábado por la noche en la ‘Pecera del Humaya’ al subcampeón, Pumas de la UNAM, en una oportunidad más que tendrán como locales para empezar a cambiar el panorama y sumar finalmente sus primeras unidades en el arranque del torneo Clausura 2016