Pocas veces se ha visto que luego de 2-3 años de grandes logros, un equipo bien estructurado, tanto futbolística, como institucionalmente se encuentre atravesando una importante crisis; León hoy lo vive, esto ya no es campeonitis, esto ya no es una mala racha, esto es una crisis profunda, y así lo han dicho jugadores, cuerpo técnico y la misma directiva.

Es por demás sabido, que ningún equipo, por más brillante que sea, se ha logrado mantener en los lugares más reconocidos de su liga y mucho menos seguir mostrando el buen fútbol que le caracterizaba, un ejemplo claro, mundialmente hablando es el Barcelona; ahora es León.

Como a lo largo de su historia, la 'Fiera' ha caído en baches, ahora, nuevamente se cayó en uno; el bache de las lesiones y la indisciplina, el bache que ha llevado al cuadro de Matosas a mostrar desesperación en cada uno de los partidos.

Desde antes de iniciar el presente torneo, la cosa no venía bien, la lesión de Luis 'Chapo' Montes antes de la Copa del Mundo había causado un gran impacto entre sus compañeros que asisitirían junto a él a Brasil, y hasta a los que no lo harían, pues estaba muy claro que sin Montes, los Panzas Verdes no serían lo mismo en este torneo.

Fiel a su estilo, Gustavo Matosas intentó asimilar lo más rápido posible la lesión del que era uno de los bastiones en el sistema de juego que venía manejando, además de acoplar de igual manera a los que serían sus nuevos integrantes hasta ese momento: Marcos Caicedo, Martín Bravo, Yámilson Rivera. Pero todo volvería a cambiar luego de la jornada 2, fecha en la que se dio el último partido oficial de Rafael Márquez con la casaca verde, jugador que se marcharía por segunda ocasión a jugar al Viejo Continente, del cual había regresado precisamente para jugar con León.

Una nueva baja para el equipo esmeralda se había presentado, un hueco díficil de cubrir: el de zaguero central, capitán, líder y técnico dentro del campo.

A partir de ahí vino la catástrofe: se dejaron escapar partidos que se tenían en las manos y el buen fútbol que se había mostrado en los últimos tiempos, comenzó a desaparecer conforme el paso del tiempo.

Para agudizar el mal momento, comenzaron a aparecer lesiones de peligro: primero Yámilson Rivera en el partido - Barcelona, después, en un mismo partido (ante Pachuca) vinieron dos más: William Yarbrough (triple fractura en el dedo anular de su mano derecha) e Iván Pineda (sólo lesión en la rodilla), y posteriormente una de las más importantes por lo que representa, la de José Juan Vázquez, jugador que resultó fracturado del quinto mecatarpiano de la mano izquierda.

Además, el bicampeón comenzó a hacerse un cuadro indisciplinado, algo que no se le conocía. Por reclamos, agresiones o simplemente por rigorismo del árbitro en turno, León recibió tarjetas rojas por montón, siendo algunas de éstas, innecesarias.

Repasando las estadísticas de indisciplina en el torneo, León es el equipo que ha tenido el mayor número de expulsiones (6), siendo dos provocadas por Edwin 'Aris' Hernández, jugador al que se le reconocía por su estricta disciplina tanto dentro como fuera de la cancha, mientras que los otras cuatro tarjetas 'coloradas' han sido para Ignacio González, Fernando Navarro, José María Cárdenas y para su timonel, Gustavo Matosas.

Pero no todo para ahí, pues su estratega, Gustavo Matosas, amenazó nuevamente a la directiva guanajuatense con dejar al equipo, incluso presentando su renuncia, la cual por cierto fue rechazada.

El panorama para el siete veces campeón de México luce cada vez más complicado, pues si su mayor deseo es calificar a liguilla para intentar conseguir el tricampeonato, tendrá que hacer algo muy parecido a un milagro: sumar el 70% o más de los puntos restantes para intentar colarse entre los primeros ocho de la clasificación.

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Ezequiel Gasca
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