En la Era Matosas, los Panzas Verdes se hicieron acreedores a un prestigio basado en su estilo ofensivo, pero tal parece que a la escuadra albiverde aún le cuesta trabajo digerir su nueva realidad. Una realidad en la que al otrora bicampeón del fútbol mexicano, se le aprecia fluctuante, desorientado, desordenado, impreciso y falto de creatividad; aunque ligeramente más audaz en el ámbito defensivo.

Tal y como sucedió en su debut en casa este Clausura 2015 al enfrentarse a los Tigres de Ferretti. Un cotejo donde en los primeros 45 minutos los pupilos de Pizzi no concretaron absolutamente ninguna jugada, desaprovechando las irrisorias y casi fortuitas oportunidades de gol y errando constantemente como si la consigna fuese aquella de provocar un malestar general en los casi 40 mil aficionados presentes en el remodelado Nou Camp. Y qué decir del tiempo complementario donde pese a los intentos por repuntar, se terminó por discurrir en la derrota.

El problema de Pizzi radica en cuánto tiempo más tarden en asimilar su filosofía

Con una amplia y reconocida trayectoria como futbolista y bastas credenciales como director técnico, al una vez goleador del Toluca, hoy estratega de la Fiera, Juan Antonio Pizzi, se le presenta la oportunidad de consagrarse en el balompié nacional de la mano del Club León. No obstante, para conseguir dicho privilegio, deberá luchar con el lioso fantasma de Gustavo Matosas, mismo que será difícil de erradicar de la psique y el ánima de los del Bajío, pues un ciclo como el vivido durante la era del uruguayo marca, tatúa un precedente para cualquiera que ose suplantarlo en el banquillo de los guanajuatenses.

Así es, como reza el popular dicho le dejaron la vara muy alta, pero no hay peor lucha que la que no se hace.

Pizzi tiene claras tanto las carencias como las fortalezas de sus educandos, el problema radica en que cuanto más tarden en asimilar la filosofía y el disernimiento que su nuevo timonel busca transmitirles, más tiempo los esmeraldas continuarán ofuscados, sumergidos en el limbo del paralelismo, debatiéndose entre lo que ya fueron y lo que anhelan ser.