Corrían los días finales del mes de julio y los que comenzaban con el de agosto, y una “posibilidad” de intercambio estaba tomando mucha fuerza entre medios, directivas y por ende, también en aficionados. Se trataba del caso de Martín Bravo, que en aquel tiempo estaba lesionado y que veía en el Club León una nueva posibilidad para resurgir, en un cambio por Matías Britos, un uruguayo que ya había ganado todo con ese equipo.

Finalmente el cambio se daba, en algo que ya era por demás sabido: Britos iba a Pumas y la ‘Rata’ llegaba a los Esmeraldas, que aún eran dirigidos por Gustavo Matosas.

El torneo Apertura 2014 empezó y Martín aún estaba en recuperación. Fue hasta en el duelo ante Isidro Metapán, de Concachampions, que se le vio iniciar un partido vistiendo la camiseta esmeralda.

El tiempo transcurría y sólo fue en la jornada 9 ante Veracruz, en la que se pudo lucir y eso, sin anotar gol. Matosas cada vez le daba menos oportunidades, sólo algunos minutos en los cierres de partidos, que eran insuficientes para un jugador de su capacidad y que además, venía en proceso de puesta a punto, luego de una lesión.

Pero en fin, terminaba la era Matosas en León y pareciera que eso fue luz para el argentino, quien con la llegada de Juan Antonio Pizzi al banquillo, veía la titularidad cada vez más cerca, sobre todo también porque venía haciendo goles y su desempeño era cada vez mejor.

Sin embargo, el inicio del Clausura 2015 fue similar al del certamen anterior: con escasez de minutos, que provocaban una desesperación que el mismo hacía notar, cuando ingresaba y que posteriormente admitió tener ante los medios.

Fue hasta la jornada 5, precisamente ante su ex equipo, Pumas, y apenas cinco días después de aceptar esa desesperación por hacerse notar, cuando ‘el Tigre’ vio iluminado su camino, al hacer una gran anotación en CU, que sirvió para tomar esa confianza, que era bastante necesaria.

Las jornadas pasaron y el conjunto verde se estaba hundiendo en un bache de irregularidades y malos resultados, en los que a final de cuentas no influía Martín. No obstante, volvió a aparecer en la jornada 8, misma en la que León visitó al Pachuca y en la que marcó un nuevo tanto, que fue de penal y que sirvió para acercar a su equipo en el marcador en aquel complicado encuentro.

De nueva cuenta, tardaron dos fechas para que el naturalizado mexicano volviera a marcar en la Liga. Fue apenas este sábado, en partido de la fecha 10, en el que aprovechó un remate de Mauro Boselli, para puntear el balón que había quedado muerto y sumar con ese, tres tantos en la Liga, que ya le dejan sin ansiedad y con una solidez ofensiva en el ataque, junto a su compatriota.

Ahora Martín y Mauro se han dado cuenta que están hechos el uno para el otro, sin malinterpretar el asunto, refiriéndose al jugar en la delantera de los Panzas Verdes. También, el ex goleador universitario ya se dio cuenta que en el Clausura 2015 se está dando su resurgir futbolístico, que espera sea acompañado por Boselli, para así formar de nueva cuenta la dupla MB-MB en el ataque de su escuadra, como antes era compuesta.