Primero fue la afición, después los mismos jugadores y ahora, Juan Antonio Pizzi. La presión, desesperación, nerviosismo, ansiedad y demás factores, terminaron por hacer “estallar” al estratega del Club León, tras la derrota que calificó como inexplicable ante Atlas.

No encuentro explicaciones, he probado todo, he tratado de volcar todo lo que conozco en todos los aspectos. Si tú haces una lectura del partido, es inexplicable lo que perdemos. Dos uno, con uno más, contra un equipo que jugó el miércoles es inexplicable”, declaró, haciendo referencia a la derrota sufrida en el Estadio Jalisco.

A pesar de sumar ya prácticamente una temporada para el olvido, sobre todo para la afición de León, que estaba acostumbrada a ver ganar a su equipo, Juan Antonio se aferra al banquillo, simplemente por respeto hacia Jesús Martínez Murguía, que en fechas pasadas hizo pública su ratificación e incluso, lo aseguró para el próximo certamen.

Sobre eso, platicó: No renuncio por respeto y conducta que han tenido hacia mí, no soy capaz de alejarme de una situación tan comprometedora como esta. Me la tendré que aguantar, porque no la hemos estado pasando bien y lo más fácil para nosotros sería irnos y quitarnos esto de encima, pero insisto, no tengo la capacidad y tengo mucho respeto por el apoyo que he recibido”.

“Ya era una temporada mala, esto es un golpe durísimo. Por el único motivo que no puedo renunciar es por el apoyo que he recibido de los directivos. En cuanto ellos me digan que yo hago daño al club y que quieren  buscar otra solución, yo me marcharé, pero yo no tengo autoridad para abandonar el barco en esta situación”, añadió.

Finalizando, Pizzi liberó de toda culpa a Gonzalo Ríos por haber errado el penal, que en ese momento hubiera significado un tres uno, que mataba las aspiraciones de Atlas. Además, aseguró que tanto a él como al resto del plantel le duele todo esto por lo que se está pasando y se dijo cansado, al no ver resultados por cualquier motivo, sea por los árbitros o por lo que sea.