Ariel Nahuelpán vivió un verano muy complicado. Tras salir de Pumas por su nula efectividad y ser cedido a Tigre de Argentina por Grupo Pachuca, dueño de su carta, el argentino no tenía claro cuál sería su destino, pues el mal paso que tuvo con los universitarios provocaba que prácticamente ningún equipo en México estuviera interesado en sus servicios. Por si fuera poco, con Tigre tampoco le fue bien, por lo que parecía inminente su regreso a la Liga Ecuatoriana, donde sí había destacado.

Durante ese tiempo, coincidió la salida de Enner Valencia del equipo tuzo. El ecuatoriano se coronó campeón de goleo durante el Clausura 2014, y tras el gran Mundial que tuvo anotando tres goles para su patria, terminó por emigrar el West Ham United de la Premier League tras sólo un torneo con Pachuca. Dicha situación provocó que los Tuzos movilizaran sus fichas para traer un reemplazo, mismo que se encontró en la figura de Matías Alustiza, quien replicaba las características de Valencia: rapidez y talento. Pero también se había marchado cedido Enrique Esqueda, en busca de recuperar su mejor nivel con Atlas, por lo que la vacante estaba puesta para otro delantero que compitiera con el argentino y con Darío Carreño, máxime conociendo que el equipo jugaría Liga de Campeones de CONCACAF. 

Ante tal situación, la Directiva de Pachuca aceptó probar a Nahuelpán durante la pretemporada, a fin de que Enrique Meza lo viera y decidiera si tenía argumentos para permanecer en el equipo. El argentino utilizó el número 37 durante los amistosos previos, y manejó actuaciones discretas, más la garra y empeño que imprimía convencieron al Ojitos de incluirlo en el plantel que encararía este Apertura 2014.

Tras tres jornadas de Liga Bancomer y sin haber anotado, la presión comenzaba a caer sobre el argentino, pero encontró en Chivas al equipo que lo revitalizaría, al anotarle un doblete que sorprendía al medio mexicano. A partir de ahí, todo ha mejorado, pues a pesar de que dejó de anotar durante cuatro jornadas, sí lo hizo durante la CONCACHAMPIONS. Su punto más alto comenzó a alcanzarlo en la jornada 9, cuando anotó al América; tras ese tanto, cinco partidos seguidos vieron a Ariel perforar las redes, hasta que su racha se cortó ante U de G, siendo retomada la jornada pasada al celebrar un tanto de penalti ante Puebla.

Su caso recuerda al de otros jugadores que llegaron a Pachuca con un mal cartel, y terminaron siendo protagonistas de la Liga. Entre ellos destacan Christian Giménez, Damián Álvarez, Nelson Cuevas, Richard Núñez, etc, incluso, se podría incluir a Óscar Pérez en esta lista, ya que cuando se anunció su contratación la mayoría de los aficionados se pronunció en contra, catalogándolo como un elefante a punto de morir... vaya error.

Así, Ariel Nahuelpán se ha convertido en la carta fuerte al ataque de los Tuzos, anotando nueve goles en lo que va de la Liga Bancomer; cuatro de cabeza, cuatro con el pie izquierdo (natural) y sólo uno con el derecho. Además, suma cuatro goles en tres partidos de CONCACAF; todo sumado, indica que es la mejor cosecha goleadora del ariete jugando fuera de la Liga Ecuatoriana, donde vivió sus mejores momentos con el Barcelona de Guayaquil, demostrando una vez más que en Pachuca saben revivir a los muertos, o mejor dicho, explotar las cualidades de sus jugadores, camino que ha retomado tras un oscuro tiempo de malas contrataciones.