El romance uruguayo llegó a su final. La historia de Carlos Sánchez vistiendo la franja del Puebla concluyó por aquello que mueve al futbol moderno: el dinero.

Para entender esta situación debemos trasladarnos al Cono Sur, específicamente a Argentina.

Un uruguayo de apellido Sánchez llegó procente de Godoy Cruz a disputar la B con River Plate y logró el objetivo. El Monumental de Núñez vuelve a tener futbol de Primera tras el dramático descenso de su equipo.

Sin embargo, las pésimas gestiones en la directiva millonaria, encabezada primero por José María Aguilar y posteriormente por Daniel Passarella, fueron creando una bola de nieve tan grande que terminó por asfixiar económicamente a una de las instituciones más importantes en el mapamundi.

Mientras tanto, Sánchez disputa su primer torneo en Primera con River Plate. Las cosas en el equipo de la Banda caminan a medias. El entrenador del equipo, Ramón Díaz, le asegura que cuenta con él para el próximo torneo local y la Copa Sudamericana.

Pero algo cambia el destino de Carlos Andrés. En una llamada, proveniente desde las altas esferas, le informan que su futuro por un año está en Puebla.

"Faltó que algún dirigente fuera más claro, no se hicieron bien las cosas y me empujaron para irme, me están sacando, me están haciendo salir de manera forzada", fueron las palabras del charrúa.

Adaptación fugaz

El avión procedente de Buenos Aires aterrizó en agosto, unas semanas después de que el Clausura 2013 hubiera iniciado.

A diferencia de muchos foráneos que pisan el césped de la liga mexicana por primera vez y tardan cientos de minutos en mostrar las razones por las que fueron fichados, Sánchez hizo click inmediato con el blanco y azul.

A partir de su segundo partido, su injerencia sobre el juego del equipo comandado por Rubén Omar Romano fue más que notoria.

El último par de torneos fue raquítico en cuanto a resultados para el Puebla. Sin embargo, el creativo uruguayo fue uno de los jugadores más regulares, regalando actuaciones que hicieron eco en el medio nacional. Indudablemente, se convirtió en uno de los blasones de Romano y, por consecuencia, de la afición camotera.

La Banda se estira

Transcurre el último mes de diciembre del 2013 y el cinturón aprieta tanto que ya corta la circulación. En representación de River Plate, el vicepresidente primero Jorge Brito y el tesorero Andrés Ballotta, anuncian una conferencia de prensa para explicar el momento que atraviesa el club.

Comiezan con datos contundentes sobre la herencia recibida: 450 millones de pesos de pasivo, cuando el balance cerrado el 30 de agosto indicaba 347. Uno de los equipos más importantes del mundo está al borde de la cesación de pagos.

Entretanto, los problemas financieros también hacen acto de presencia en el seno del Puebla. La recurrente falta de pagos a los jugadores detona en marzo y en una rueda de prensa, dirigida por el capitán Luis Noriega, se dejó en claro que "ante las acusaciones de los medios de comunicación por falta de profesionalismo y lo que dijo nuestro presidente sobre el hecho de que solamente se nos debe una quincena, a este plantel se le adeuda hasta tres meses, correspondientes a los meses de noviembre, enero y febrero, además de premios de la temporada anterior".

300.000 USD, la cifra de la discordia

El préstamo que firmaron ambas entidades fue acordado por un año y con opción de compra. Dicho plazo finaliza este junio y los teléfonos en Núñez y en el Cuauhtémoc ya sonaron.

La problemática radica en que la directiva poblana le adeuda 300,000 dólares en sueldo y primas a Carlos Sánchez, cifra asegurada por uno de los periodistas más influyentes de Argentina, Sebastián Srur.

A pesar de que River Plate es dueño de la carta de Sánchez, su estado financiero debería impedirle absorber la deuda de Puebla con el uruguayo. Sin embargo, la Comisión Deportiva Millonaria podría intimar a su similar poblana para llegar a un acuerdo puesto que el jugador en cuestión solamente representaría su sueldo en la nómina y no ocuparía una plaza foránea debido a que su naturalización ya estaba en proceso antes de partir a México.

Desde su lado, el presidente del Puebla ya pateó con fuerza la pelota a territorio ajeno. "River Plate trae un problema económico bastante fuerte, los montos que piden por Carlos están fuera de lugar, es un buen jugador pero está fuera de lugar la directiva de River. El costo que pide su directiva por Carlos Sánchez no tiene nada que ver".

Con estas palabras, Jesús López Chargoy, dejó en claro que uno de los mejores extranjeros de las últimas temporadas abandona la Franja por la Banda.