Es inusual que en el fútbol mexicano se celebren aniversarios director técnico-equipo. No obstante, en unos días Rubén Omar Romano estará soplando sus primeras velitas al mando del Puebla Fútbol Club.

En teoría, un aniversario de esta naturaleza debería verse respaldado por un avance en los resultados y el desarrollo deportivo de la institución. Sin embargo, la situación que atraviesa Romano es diametralmente opuesta.

Con tres torneos a la espalda y diferentes discursos, las palabras de Romano han dejado de ser verdad, tanto para su plantel como para la afición. A su llegada al Cuauhtémoc en agosto del año pasado, la diatriba del estratega fue el corto plantel con el que se encontró. 

La directiva camotera depositó totalmente su confianza y el Clausura 2014 fue el primer torneo que el argentino bosquejó desde la pretemporada. A su juicio, con los fichajes de invierno la plantilla era más competitiva. “Hay que tratar de llegar bien a la primera fecha, hay un equipo mucho más completo con la gente que llegó”. Sin embargo, los resultados distaron en demasía de las expectativas que Romano había generado ya que de 17 encuentros, únicamente logró 4 victorias por 7 derrotas y 6 empates.

Las redes sociales quitaron y pusieron a Rubén Omar del banquillo poblano para el Apertura 2014, pero el presidente López Chargoy tomó la decisión de darle continuidad al proyecto abriendo la chequera con el objetivo de brindarle mayores opciones a su cuerpo técnico. Nombres como Eisner Loboa, Jhony Pajoy, Wilberto Cosme y el mismo Cuauhtémoc Blanco, enriquecieron la baraja de Romano. 

“Hoy hay un equipo más completo, por supuesto que le falta trabajo, pero tenemos un plantel numeroso con más jugadores y mayor calidad", fueron las palabras del timonel en la presentación del equipo para el torneo actual. Empero, 270 minutos de este renovado equipo fueron suficientes para darse cuenta que la mejoría en el entendimiento de la idea romanista es inexistente.

Llama la atención que, en una liga tan resultadista como la mexicana, una cifra de 22 partidos ganados de 73 disputados desde el Clausura 2011 siga manteniendo la estela de Romano como la de un técnico competente y remunerador. 

“Honestamente, yo no se qué entrena Puebla todos los días porque el equipo en un año, no evoluciona un carajo. Ahí que le siga Romano”, reprocha airadamente un aficionado a quien esto escribe. Dicen que el silencio desnuda las verdades lacerantes.