El torneo del Puebla FC, poco a poco parece ir mejorando. Aun así, hasta el momento no se ha podido establecer un panorama claro sobre cuáles son los jugadores que verdaderamente están aportando y podrían ser los bastiones del equipo para aspirar a cosas más importantes y, por el contrario, sí han surgido dudas sobre la valía de varios elementos por su escaso desempeño.
En un movimiento arriesgado, pero probablemente necesario, Puebla dio de baja a los cinco extranjeros con los que contaba el torneo pasado y dio paso a una quinteta de nuevos jugadores ya con experiencia en la Liga MX. Jugadores como Efraín Cortés, Wilberto Cosme y Eisner Loboa ya venían con cierto bagaje positivo en tierras mexicanas y sonaban como refuerzos atractivos para venir a aportar al Puebla. Por su parte, Jhon Pajoy y Marlon de Jesús, llegaban al cuadro blanquiazul con la encomienda de mejorar lo que habían hecho en su experiencia previa y demostrar que verdaderamente tenían el nivel suficiente como para tener éxito en México.
Ya instalados en la mitad del torneo, la realidad dicta que, de los cinco, cuatro de ellos hasta el momento están reprobados y, de no funcionar, deberán buscar otros aires. A continuación, revisaremos cada uno de los casos.
Efraín Cortés
Recién en la primera jornada de la Liga MX, el central demostró su falta de prudencia en el campo de juego y, en una acción completamente antideportiva, escupió a un rival para ganarse una suspensión de seis juegos. Aunque dicha suspensión acabó y el colombiano ya habría podido ver acción en el partido de la octava fecha, no participó a causa de una molestia física y, hoy en día, solo se le pueden evaluar los 63 minutos disputados en los albores de la competencia liguera.
Eisner Loboa
Más allá de que la directiva poblana lo haya proclamado como la bomba del Puebla para este torneo, el colombiano venía del León acostumbrado a entrar desde el banquillo y, por la misma razón, se pretendía que aquí demostrará que tenía la suficiente calidad como para ser uno de los jugadores importantes, dada su asegurada titularidad. Para mala fortuna de los Camoteros, Loboa no ha estado a la altura y, jugando apenas 330 minutos en el transcurso de cinco partidos –principalmente por lesiones, pero en ocasiones también siendo elegible y no entrando–, aún no demuestra que tiene la capacidad de ser un jugador importante y no solamente un complemento de un equipo armado.
Jhon Pajoy
El colombiano venía de un torneo muy bajo en Pachuca en donde no demostró absolutamente nada. A Puebla llegó con la encomienda de mostrar que Tuzos estuvo equivocado al dejarlo ir y manifestarse como un jugador con la capacidad de ser uno de los extremo-volantes por izquierda más peligrosos de la Liga MX. Tres partidos y 180 minutos después, Pajoy aún no confirma nada, más que su falta de peso en un once titular. Las lesiones lo han aquejado, pero no deberían ser justificantes, pues en ninguno de los tres partidos en los que jugó, completó siquiera 75 minutos en el campo.
Marlon de Jesús Pabón
Con apenas medio tiempo jugado en su andar por Puebla y muchas lesiones que le han impedido jugar, es imposible dar un veredicto de Marlon. Gracias a sus antecedentes con Monterrey y a su actualidad con La Franja, esta última mitad del torneo parece ser su último tren en México. Por lo pronto, su estadía se ve lejana, pero un repunte que demuestre que sí vale los 4 millones de dólares que le costó a Rayados, podría cambiar la situación.
Wilberto Cosme
Es el único extranjero que ha encontrado regularidad con el conjunto blanquiazul y, aunque su mira estuvo chueca a lo largo de los primeros partidos, sus dos primeras anotaciones con los Camoteros pueden ser el arranque de una prometedora carrera goleadora. Por lo pronto, se le ve ímpetu y podría pensarse que es capaz de superar las actuaciones obtenidas con Querétaro y Chiapas.
Esa es la realidad del cuadro blanquiazul. Las opiniones dividas generadas en torno al draft de junio, hoy parecen estarle dando la razón a quienes no estaban seguros de la valía de los refuerzos extranjeros, en vez de dársela a quienes sí lo estaban. Aun así, con nueve jornadas más para dar por concluido el torneo regular, parece haber tiempo para que todos saquen la casta y demuestren que vinieron a sumar.