Con todo y la salida del director técnico, Rubén Omar Romano, antes del inicio de la séptima jornada del torneo Apertura 2014, el Puebla FC sigue sin levantar y, aun cuando sólo acumula una derrota –la del partido de media semana contra UNAM–, en el equipo todavía no se puede apreciar verdaderamente la mano de su nuevo entrenador, José Luis Sánchez Solá.

Sin el afán de menospreciar la primera victoria de Chelís al frente del equipo –justamente en su debut en la fecha 7–, la realidad es que ésta se dio ante un equipo en caída libre como Morelia y, a partir de ahí, Puebla ha seguido dejando más dudas que certezas con respecto a su futuro. Y, por lo pronto, no da verdaderos argumentos como para pensar que puede salir de la zona baja de la tabla porcentual.

Chargoy: "Para que su incompetencia no quede manifiesta, que Puebla salga perdiendo 1-0"

Al cúmulo de dudas propio del poco convincente juego del Puebla, se le agrega un factor que desde tres jornadas atrás también ha dado mucho qué pensar y ha generado las mismas –o incluso más– dudas que el accionar del equipo en sí: el arbitraje. Aunque está claro que, no sólo el arbitraje mexicano, sino el arbitraje mundial, por el ritmo del juego, se encuentra necesitado de reformas, las decisiones arbitrales que han tenido como protagonista a La Franja, han comenzado a generar suspicacias.

Desde el partido de la novena fecha ante Chiapas, Puebla ha estado envuelto en decisiones polémicas que, en cada uno de los casos, inclinaron la balanza a favor de su rival.

Dicha situación, dada su sorprendente frecuencia, hizo explotar al presidente del club, Jesús López Chargoy, al grado de hacerlo declarar muy severamente en contra el presidente de la Comisión de Arbitraje, Rafael Mancilla, tachándolo sin tapujos de "incompetente" y dando a entender de manera muy clara que hay una persecución contra su equipo.

Las cuatro decisiones polémicas repasadas por Chargoy:

Un gol anulado a Cuauhtémoc Blanco, ante Chiapas, por un fuera de lugar inexistente, mismo que representaba el empate.

Blanco estaba habilitado por el central chiapaneco

Un flagrante penal no marcado a favor de Wilberto Cosme, en el mismo encuentro, que también representaba el empate.

Cosme es desplazado violentamente al momento del salto

Un inexistente penal marcado en contra de Óscar Rojas que, de ser convertido, hubiese representado la ventaja a favor del Guadalajara.

Reyna terminaría fallando el tiro penal

Un inexistente penal marcado en contra de Mauricio Romero tras una mano claramente fuera del área, que representó el empate de la UNAM.

El árbitro marcó la mano de Mauricio Romero como penal
El árbitro marcó la mano de Romero como penal

Las declaraciones vertidas por el presidente camotero se complementaron a la perfección con las del estratega Sánchez Solá, que también hizo evidente su molestia, al expresar –en tono irónico– que "todas las pulgas se le cargan a él" y que a veces le gustaría que "el balón rodara a favor del Puebla". Y, aunque ambas –sobre todo las del presidente–, por su magnitud, podrían ser castigadas, reflejan una clara preocupación por el tema debido a la delicada situación en la que se encuentra La Franja.

El hecho de que sea Guadalajara el rival directo de Puebla en la lucha de cocientes, aparenta estar marcando una tendencia negativa para los Camoteros. En miras a no descender –con el desprestigio que implicaría una potencial caída de Chivas a la división de plata–, diera la impresión que los árbitros, aun con 23 largas jornadas por disputarse, han comenzado a actuar de mala fe. A pesar de la dureza que implica dicha afirmación, cuesta trabajo pensar que Puebla esté envuelto en tal "mala suerte" que, verdaderamente, sea ésta la que ha causado desaguisados tan tremendos como los acontecidos hasta el momento.

Queda claro que el desempeño del Puebla deja mucho que desear todavía. Asimismo, de haber la contundencia suficiente cuando se encara el arco rival –por ejemplo, ante Pumas, dos balones fueron al poste y Jhon Pajoy erró un mano a mano–, por más sospechosos que fueran los errores arbitrales, estos pasarían al plano anecdótico. No obstante, en pro del juego limpio, la situación debería ser estudiada. Por lo pronto, la opinión generalizada tiene completamente desprestigiada a la Comisión de Arbitraje y a sus representantes.

Ahora, hay grandes oportunidades de reivindicación en las siguientes jornadas. "Reivindicación", no implica comenzar a compensar al Puebla con decisiones igual de polémicas; más bien, implica comenzar a marcar de manera justa a modo de que, los errores arbitrales que puedan existir, efectivamente, se entiendan como fallas humanas y no como fallas premeditadas con el afán de afectar.