Sin llegar a la angustia, la situación en el seno camotero no daba más de sí. Las cosas con el proyecto previo se fueron desgastando de una forma que, de manera inminente, terminarían con la solución por todos conocida. El regreso de Chelís al banquillo del Puebla era cuestión de tiempo. Sin ahondar en pros y contras, su retorno se presagiaba desde el mismo día en que salió del equipo.

Al día de hoy, tras poco más de un mes de trabajo y seis jornadas encaradas, realizamos un análisis sobre lo que, hasta la fecha, Chelís, directiva, jugadores, afición y todas las partes que conforman el proyecto se han prometido y otorgado.

Vs. Morelia

"¡Cosme: pégale a portería, pégale, carajo! ¡La pelota que tengas la clavas en la portería, cabrón! ¡Gol, carajo, gol!".

Con menos de una semana de trabajo, ‘Chelís’ se presentó en el Cuauhtémoc frente a un rival endeble como Monarcas Morelia. Dentro de las premuras encontradas en ciertos lapsos del partido, y sin ahondar en la parte táctica, el conjunto camotero logró salir triunfante. Entre raspaduras normales, la victoria fue un aliciente que Sánchez Solá, fiel a su costumbre, acreditó enteramente a sus jugadores.

En algo tuvo razón: ciertamente, en dos o tres días no había encontrado la varita mágica para llevar al Puebla de la penumbra a la luz; sin embargo, si algo ayudó a sacar adelante un partido que parecía desmoronarse fue el factor mental, arista que ‘Chelís’ se dedicó a trabajar a conciencia durante sus contados entrenamientos con figuras clave del equipo.

Basta con el mejor ejemplo: Wilberto Cosme, elemento al que Sánchez Solá dedicó casi la totalidad de un entrenamiento a devolverle tranquilidad y confianza, celebrándole los goles marcados en un ejercicio de tiro a gol. Al final, sería Cosme quien terminaría marcando dos anotaciones vitales para el triunfo.

Versus Querétaro

“Ya hasta la FIFA me cae bien; qué bueno que nos da este descanso. Voy a ir a desayunar con ellos, de ahí entrenamos, nos vamos a comer, y después que se vayan al cine, al café, con la esposa o con la amante. Vamos a ser europeos una semana, vamos a ver qué se siente ser europeos.”

Sin ser el tiempo ideal para plasmar una ideología, la afrenta contra Querétaro se presentaba con un panorama de trabajo considerablemente mejor a comparación del anterior. Los reflectores se enfocaron directamente sobre la llegada de ‘Ronaldinho’ a Gallos Blancos, situación que terminó ponderando lo mediático sobre lo deportivo.

La Franja rescató un punto en la última jugada del partido. A través de una pena máxima, Cuauhtémoc Blanco marcó el empate e impregnó un poco de ‘justicia’ al marcador. Sin ahondar en el volumen de juego y sin caer en el exceso resultadista, las sensaciones fueron buenas. Cuatro puntos de seis posibles son una canción relajante antes de dormir.

Versus Chiapas

"En el primer tiempo, no sé cómo se diga… ¡Fajamos mucho! Nos pasamos de beso, nos pasamos de melosos; y en ese manoseo nos la clavaron. Debemos ser más incisivos".

Tercera jornada con ‘Chelís’ al mando y se presentaba una prueba sumamente dura en el Cuauhtémoc. De manera independiente al morbo que siempre genera la estrecha relación familiar de ambas directivas, La Franja salía al ruedo para afrontar un toro de mayor rodaje y experiencia.

El esquema de Sanchéz Solá comenzaba a dar vestigios tácticos sobre su premisa principal: un equipo agresivo en la recuperación, con mayor énfasis en sus ataques y con gran sentido de sacrificio. La novedad recalaba en la presencia inicial de Alfonso Tamay, elemento juvenil que desde aquél partido frente a Pumas a principios de este año (jornada 1 del Clausura 2014), no se había vuelto a mostrar.

A pesar de un inicio "tierno" (o meloso), La Franja terminó desarrollando un partido aguerrido, de arrestos y lucha en el mediocampo, con ocasiones de llevarse los tres puntos. Las actuaciones de Gerardo Espinoza, Cuauhtémoc Blanco y Juan Carlos Cacho terminaron siendo las más sobresalientes.

Se mantenía el invicto: cinco puntos de nueve posibles. La polémica recayó en dos jugadas puntuales: un gol anulado a Blanco por fuera de lugar inexistente y un penal -muy claro- no marcado a Wilberto Cosme.

Versus Chivas

"Esto es un maratón, falta mucho por recorrer. Habrá quien piense que pudimos ir por más, es respetable, pero respetamos mucho este punto".

Segunda visita bajo el mando de Sánchez Solá. Durante la semana previa se habló en demasía de lo que podría ocurrir en el Estadio Omnilife; demasiado morbo escudado en la pelea por el no descenso. A consideración de muchos, la nula estabilidad de Chivas se presentaba como marco ideal para darles un empujón más hacia el vacío.

Al final de cuentas, empate que daba la impresión de haberse podido transformar en una victoria aplastante. La polémica volvía a resonar tras un penal –inexistente- marcado sobre la figura de Ángel Reyna, mismo que Rodolfo Cota terminaría atajando al infringido en cuestión.

Seis puntos de doce; productividad al cincuenta por ciento, con sensaciones inocultables de haber amasado mayores unidades.

Versus Pumas

"Soy un perro flaco, eso soy, todas las pinches pulgas se me cuelgan a mí. Ojalá que la pelota comenzara a rodar a nuestro favor. Dentro de esta honestidad con la que juegan los futbolistas del Puebla, ojalá que la pelota pegue y entre, en lugar de salir".

La mejor versión del conjunto camotero llegaría en el duelo frente a Pumas. Una exhibición rotunda, categórica y plausible que terminó por dilucidarse tras un nuevo fallo arbitral.

El estratega de La Franja aventó al ruedo un once dinámico, incisivo y ‘desordenado’ en volumen ofensivo, factores que –a su consideración- son las cosas que enamoraron a la afición de su equipo.

El planteamiento fue ideado para lastimar al conjunto universitario en la mayor de sus dolencias: las laterales. Los costados de la UNAM han sido la mayor dolencia en el torneo, y el Puebla tenía claro el mensaje.

La figura de John Pajoy fue el dolor de cabeza que desnudó por completo las carencias ‘pumas’. Sin embargo, al igual que otros futbolistas de La Franja, la poca actividad del colombiano en el presente certamen –dolencia mayor a la que ha tenido que afrentarse Sánchez Solá- terminó por fundirlo en el tramo final.

Seis puntos de quince; productividad desmoronada pero, de cierta manera, justificable. Los fallos arbitrales fueron factor determinante para un partido donde, a priori, el conjunto camotero se mantenía al frente del marcador con opciones de manejar el partido a su soberano antojo.

Versus Toluca

“No puedes evitar ni puedes salirte de quién eres, en dónde estás y para lo que estás hecho. Me siento muy orgulloso de pertenecer a este proyecto.”

Si existe un terreno donde el Puebla ofrece sensaciones de desastre es el Estadio Nemesio Diez. Tras una semana donde el presupuesto de puntos se pensaba diferente, cerrar en la antigua ‘Bombonera’ llamaba a la calamidad.

De manera independiente a la inestabilidad que Toluca ha presentado en el torneo, dando bandazos incluso como local, el empate obtenido pudo haberse firmado sin necesidad de viajar. Sin embargo, tras el término del partido, fue de total entendimiento que La Franja fue totalmente superior en el desarrollo del juego.

La jugada del torneo fue realizada por el Puebla; nuevamente Pajoy apareció en esa labor desenfrenada, arrastró marcas al costado izquierdo y sirvió para Espinoza, quien de primera intención asistió a Cosme, éste a Noriega y el capitán a la red. Joya de anotación para contrarrestar la anotación de Edgar Benítez.

Con un sistema que empieza a encaminarse, el librito de Sánchez Solá resultó en una de las plazas más complicadas del balompié nacional. Ya habrá tiempo para analizar matices tácticos pero, al parecer, la malaria comienza a alejarse.

La polémica volvería a aparecer, pero con víctima diferente: Toluca fue afectado con dos penales no marcados a su favor –uno sumamente claro-.

Siete puntos de dieciocho, con dos semanas para recibir a la UDG.

En resumen

Las sensaciones con ‘Chelís’ al mando son de salvación, sin olvidar el tinte cardiaco al que están destinadas. Más allá de sus rivales y la situación porcentual, el estratega camotero se ha enfrentado a diversas cuestiones -intramuros y externas- que le han disminuido cierto potencial.

Las lesiones comienzan a dejarse de lado: factor fundamental para poder recurrir a elementos nominales y no a premuras posicionales.

El sistema se define: la línea de cuatro defensas, con transiciones a línea de tres y viceversa, comienza a entenderse. La labor de Espinoza como ‘sacador de pelota’ entre centrales es fundamental; sin embargo, la reconversión a doble escudo supone una ayuda medular cuando Blanco y los recientemente integrados (Pajoy y Loboa) llegan a su tope físico.

El factor disciplina como asignatura pendiente: La Franja no puede permitirse lujos como suspensiones por indisciplina. La plantilla debe entender el bien común como prioridad, anteponer las revoluciones a la bravura del partido. El ‘maratón’ (o pelea por el no descenso) es un engranaje, no es únicamente cuestión de puntaje, sino un ente integral: disciplina, unidad, equipo y demás obviedades que, al ser tan básicas, se olvida recordarlas.

La afición: sobran las palabras. El equipo de La Franja no puede viajar en solitario. El maratón tiene una cabeza que, se llame como se llame, debe ser soportada por todos.