Más allá de los paupérrimos resultados que estaban permitiendo a Rubén Omar Romano mantenerse al frente del Puebla FC, si algo se puede reconocer de su gestión, fue haber dejado a La Franja muy arriba en la Copa MX, permitiéndole acceder a la siguiente fase, prácticamente con resultados obtenidos únicamente con él al mando del equipo.

Aunque Puebla no manifestaba un fútbol muy diferente al que mostraba en Liga MX e incluso sus partidos coperos era difíciles de digerir por la falta de idea en la búsqueda del arco rival y la carencia de prolijidad en el juego blanquiazul, lo cierto es que obtuvo tres victorias en sus primeros tres partidos y, con la portería invicta, solo necesitó de cuatro goles para postrarse como superlíder de la competencia y ya desde ahí vislumbrar su pase a Cuartos de Final.

Tras el cese del argentino, la inercia positiva en el torneo de media semana bastó para obtener un punto más en la fecha siguiente –con Carlos Poblete como interino–, pero terminó por mostrar un panorama más real a la hora de llegar José Luis Sánchez Solá al timón. En primera, al ver rota la racha de portería imbatida que tenía el equipo apenas en sus primeros cinco minutos dirigidos en Copa –aunque ese partido se ganó– y, en segunda, al dar una muy pobre actuación en la última fecha que, aún con la clasificación ya amarrada, evidenció las carencias camoteras de una manera alarmante y, de nuevo, volvió a ver la portería mancillada, ¡ahora en tres ocasiones!

Los equipos de 'Chelís' jamás se han caracterizado por defender bien. El ímpetu con el que pelean los balones, no siempre ha sido proporcional a la capacidad para contener los embates rivales. Si se toma como referencia el presente, los Camoteros solo han sido capaces de detener a la ofensiva rival en una ocasión, permitiendo al menos un gol en ocho de los nueve partidos disputados en el nuevo proceso –incluidos los dos de Copa–.  

Puebla tendrá que salir este miércoles a la cancha del Jalisco con una concentración defensiva superior a la mostrada por el momento. Si bien es cierto que son los goles a favor los preponderantes, y que anotando cinco no importa haber encajado cuatro, el panorama ofensivo de Puebla invita a que verdaderamente se tenga una precaución particular por cuidar su arco, dado que tampoco es el más depurado cuando se trata de anotar.