"Lo único que le puedo prometer a la afición es que le va a gustar lo que verá en la cancha", fueron las palabras de presentación de José Luis Sánchez Solá o Chelís, como prefiere que lo llamen, aquel 26 de agosto cuando con bombo y platillo anunciaron su regreso al banquillo camotero, luego de cuatro años.

Y sí, desde que el Chelís volvió, la Franja de nuevo hizo sentir orgullosos a los seguidores por la forma de entregarse de, no todos, sus jugadores, incluso poniendo esa entrega por encima de los malos resultados que obtuvo, mismos que provocaron que el equipo cayera al fondo de la Tabla de Cocientes, lugar donde terminó el Apertura 2014.

Los números son duros. Si bien el Puebla con Sánchez Solá al mando dio partidos emocionantes como el del cierre ante Santos, en los 11 de liga que dirigió, apenas rescató un triunfo, de local ante el colero Morelia; empató ocho veces y perdió en dos, por lo que incluyendo la Copa MX, terminó con una racha de 13 cotejos sin victoria.

Los 16 puntos con los que culminó este Apertura 2014 es la cosecha más baja del equipo camotero desde el Apertura 2008, cuando apenas pudo sumar 13 unidades, coincidentemente con Chelís en el banquillo hasta la jornada ocho, cuando lo sustituyó Mario 'Capello' Carrillo.

Supuestamente, durante las próximas horas Chelís dará a conocer si continuará como el técnico de la Franja, aunque el sábado adelantó que si la directiva no cumple con sus peticiones al 100%, se irá. Dentro de esa lista de necesidades está, según dijo, el reducir el plantel a máximo 21 jugadores, además de refuerzos de "su confianza".

Tomando en cuenta el triple empate en el fondo de la tabla de cocientes, si el Puebla pretende salvarse, deberá hacer en el Clausura 2015, más puntos que Veracruz y Leones Negros, para lo que va a necesitar, más allá de entrenar con máscaras perros, buenos resultados.