Con los bríos renovados –aun con su particular agridulzura por recién haber quedado fuera de la Copa Libertadores–, los Camoteros del Puebla llegaban al Bicentenario 2010 con la encomienda de seguir siendo un equipo ganador.

Entre las buenas noticias se encontraba el regreso del último ídolo, Álvaro ‘Bola’ González; contrastantemente, también había otras no tan buenas como la del también regreso del último enemigo público, Marco Capetillo. No obstante, de entre las que no dejaban más que sentimientos de incertidumbre, una muy particular era la de la llegada del mexicano-estadounidense, Hérculez Gómez.

Del Kansas City Wizards de la –aún no tan valorada en tierra mexicana– MLS, llegaba Gómez. Incógnita para la mayoría pues, salvo el apellido, el medio nacional no estaba familiarizado con él. Su perfil, era más bien bajo; afortunadamente, su juego, hacía el ruido suficiente para, a la postre, ganarse a la afición en tan solo meses.

1 gol cada 76 minutos, el promedio de Gómez en el Puebla

La Franja pasó por adversidades el torneo, ya no fue el equipo tan eficiente del pasado año y se quedó a la orilla en la aspiración de una tercera fase final consecutiva. Aun así, el desempeño de Hérculez Gómez, es algo, hasta la fecha, imposible de borrar en la mente del aficionado. El delantero centro del Puebla, apenas con 758 minutos jugados, repartidos en 15 encuentros, fue capaz de perforar la red en 10 ocasiones. Su brillante promedio de anotación de 1 gol/76 minutos no es algo que muchos delanteros puedan presumir pasado todo un torneo.

Con sus anotaciones, el dorsal ‘9’ fue campeón goleador e, incluso cuando algunos buscan quitarle mérito haciendo mención a su empate con Javier Hernández –jugador que concluyó su participación de manera más temprana en el torneo–, suelen obviar el hecho de que ‘Chicharito’ logró un promedio de 1 gol/89 minutos que, aunque nada rechazable, le daba un margen de 13 minutos al poblano, suficientes para imposibilitar el desmérito.

Hérculez le hizo bien al Puebla al ser el segundo campeón goleador en toda la historia blanquiazul; Puebla le hizo bien a Hérculez al permitirle, no solo ganarse el aplauso nacional, sino la posibilidad de disputar su primer Mundial cuando, con Estados Unidos, compitió en Sudáfrica 2010.

Para el Apertura 2015, el último goleador camotero vuelve a casa. Hérculez será cobijado por una afición ávida de gritar ‘gol’, misma que también espera que el goleador de cepa llegado a México hace un lustro, retorne a su primera casa con el arma cargada para volver a dar aquellas alegrías que se fueron pronto y que hoy serán tan necesarias para salvar al club de un nuevo descenso.