La confianza en Puebla empieza a llegar. Las opciones no fueron muchas y ambos equipos lucieron cuidadosos y faltos de ideas. Cada escuadra tuvo una oportunidad clara de gol en el primer tiempo, un par más en el segundo lapso. No concretaron. Los porteros se veían bien. Cirilo Saucedo, de Monarcas, evitó un autogol en la primera mitad, logró ahogar el grito de los poblanos al detener un mal pase de uno de sus defensas que iba directo a la portería. El verdugo, Enrique Pérez. 

Cristian Campestrini fue la figura de Puebla. El refuerzo argentino dio frutos y demostró que está listo para el inicio de la Liga. Una atajada a Zamorano y otra a Juan Pablo Rodríguez, esta última en un tiro libre, evitaron la caída de su marco. El arquero veterano lució muy seguro bajo los tres postes y se colocó como la figura del partido. Mostró que sabe jugar su área al quitarle, con la cabeza, afuera del área grande, un balón a Carlos Ochoa.

La figura de Cirilo Saucedo tal vez extrañe la frontera, pues debido a una mal atajada en un tiro de esquina, Luis Gabriel Rey, quien a pesar de los años sigue mostrando su capacidad goleadora, mandó el esférico al fondo de la red (67'). Sólo confió en su intuición de centro delantero y estuvo en el momento justo, a la hora exacta. Torsiglieri quiso despejar cuando el balón impacto la humanidad del 'Canguro'; Saucedo veía su pifia desde el pasto. Quiso revertir su error y minutos antes de terminar el partido, le quitó el segundo gol al mismo Rey, quien quedó mano a mano, pero no pudo concretar. Otro lance evitó la caída del marco. Nada pudo hacer, ya era muy tarde.

Los delanteros de Monarcas, tanto Velázquez como Mena, no hicieron mucho por su equipo. El 'Portaaviones', como es apodado Velázquez, se perdió una oportunidad clarísima en el primer tiempo. Su disparo pasó por un lado. En tanto que Mena no lució y fue el primer cambio de los comandados por Enrique Meza. 

El estadio lució casi vacío, conforme pasó el tiempo se fue llenando, pero no por ver este partido, sino el que le seguía. Para la afición mexicana en Estados Unidos, fue más llamativo el Campeón de Campeones, disputado entre América y Santos, que la final de la SuperCopa.

Puebla puede estar tranquilo, cumplió un objetivo, aunque aún le falta otro, evitar el descenso. El equipo se ve unido, pero faltan ideas. Marini y su plantel deben trabajar en ello para seguir en el máximo circuito. La buena, Alustiza regresó a la cancha. Definitivamente los poblanos dieron un enorme paso en su confianza.