El cierre del Estadio Tecnológico para los Rayados del Monterrey, recién terminado el Clausura 2015, se llevó consigo una de las paternidades más imponentes rigiendo en el fútbol mexicano. La Pandilla, además de las grandes glorias con las que sorteó los últimos años de estancia en la que fuera su casa por tanto tiempo, cerró su ciclo en el Tec con una racha de 21 años sin que el Puebla FC lo pudiera derrotar.
Con Manuel Lapuente al mando, aún en las épocas de torneo largo, concretamente en la campaña 1992-93, La Franja obtuvo la que a la postre sería su última victoria en tierras regiomontanas. Sergio Lira fue el autor del gol solitario con el que los blanquiazules conseguirían sus últimos tres puntos en Monterrey y, desde ese entonces, el saldo es más que negativo.
A más de dos décadas de distancia, con 20 partidos en torneo regular a cuestas y 60 puntos en disputa, los Camoteros se han hecho con la paupérrima cantidad de ocho unidades, producto –evidentemente– de ocho empates y 12 descalabros. Por si fuera poco, en el único enfrentamiento directo en ‘la Sultana’ en liguilla, aún cuando La Franja llegó a superar a Rayados por un par de anotaciones, el partido culminó empatado a dos.
Es evidente que, para sucesos estadísticos, que Monterrey haya migrado de estadio no implica la anulación de la racha tremendamente positiva con la que cuenta jugando contra Puebla en condición de local. No obstante, de manera simbólica, éste podría ser el envión necesario para que los Camoteros den vuelta a la página y debuten en el Estadio BBVA Bancomer libres del pesado estigma con el que cuentan por el momento.
De manera recíproca y como un dato que de la misma manera es de resaltarse, Puebla también logró una paternidad muy representativa ante Monterrey en su hogar, misma que permaneció entre la campaña 1990-91 y el torneo Apertura 2012. En el inter, La Franja sumó 22 años sin saber lo que era ser derrotada por los regios en ‘la Angelópolis’.
Por lo pronto, la encomienda para los poblanos no parece sencilla. Rayados va invicto en su nuevo estadio –consecuencia de tres empates y dos victorias– y los Camoteros apenas han sabido sumar tres puntos en sus cuatro partidos jugando en cancha ajena –producto de tres derrotas y una victoria–.