Gran reto tendrá el Puebla FC el miércoles ante Racing Club. La Franja de Pablo Marini está desplegando su mejor fútbol en mucho tiempo y ha demostrado que tiene con qué ser uno de los animadores del torneo local. No obstante, en planos internacionales, la encomienda luce complicada, dada la magnitud del encuentro, contra un grande de Argentina y en condición de visitante.

Es por eso que los Camoteros saldrán con la necesidad de brindarse de manera perfecta en el campo, pues solo el triunfo (o un empate a tres goles o más) le permitiría el acceso a la próxima fase de la Copa Libertadores; la instancia grupal que los enfrentaría a Boca Juniors, Deportivo Cali y Bolívar.

Analizando el partido de la ida en el Estadio Cuauhtémoc, La Franja se mostró superior por varios lapsos y demostró que ni remotamente tenía interés en desechar la gran oportunidad que representa participar en un torneo continental. Con su equipo titular, Puebla se hizo de la ventaja en el marcador de una manera inmediata y a partir de ahí adquirió la suficiente confianza para adueñarse del esférico en los primeros minutos del partido.

El equipo blanquiazul se notaba seguro en general y, a través de su medio campo, comandado por Christian Bermúdez, intentaba abrir el espacio suficiente para que, su único punta, Matías Alustiza, tuviera balones a modo de cara a la portería de Sebastián Saja. Para mala fortuna de los Camoteros, el gusto de la ventaja duró poco y el empate dio un baldazo de agua que notablemente mermó el rendimiento en lo que restó de la primera mitad.

Recuperar el balón inmediatamente, es la gran virtud del Puebla

Aun así, el planteamiento del Puebla fue claro: el balón, como la ventaja competitiva más arraigada de los Camoteros a lo largo de todos sus partidos del año, tenía que ser recuperado con rapidez, con el fin de darle traslado a lo largo del medio campo para, en el momento en que hubiera un espacio óptimo, llegara a los pies del jugador que más peligro podría infringir cerca del área visitante.

En dos ocasiones, con éxito, el esférico salió del mediocampo con rumbo hacia Alustiza para quedar franco a la portería, ya superados en carrera los zagueros centrales de Racing. Para la mala fortuna de los Camoteros, aun siendo una de sus cualidades más destacadas, el argentino no tuvo un control adecuado en ninguna de las dos ocasiones y el peligro se esfumó.

David Toledo encarando a Leandro Grimi
David Toledo encarando a Leandro Grimi (Foto: VAVEL / Rodrigo Peña)

El segundo gol, ocasionado dada la tremenda apertura de espacios que Racing concedió por la banda derecha, demostró uno de los trabajos a perfeccionar si es que Puebla se quiere volver más peligroso aún: desnudar los flancos del rival. En este caso, ni Leandro Grimi, ni Iván Pillud, se mostraron con la solidez suficiente al cubrir las laterales de su equipo. Y, con todo y que el mencionado gol (producto de un penal ocasionado gracias a la buena entrada de David Toledo al área aprovechando tal circunstancia) es manifiesto de lo mismo, La Franja no se vio tan insistente como habría podido serlo; sobre todo, aprovechando a uno de sus jugadores más desequilibrantes: Flavio Santos.

En plano defensivo, la situación tendrá que mejorar también. Puebla cuenta con arquero y defensa seguros. Aun así, fueron errores puntuales los que permitieron que La Academia perforara las redes el par de ocasiones que lo logró. Más allá de que el error en el gol de Gustavo Bou puede acreditársele a Cristian Campestrini, la realidad es que el balón, rasando el césped, recorrió toda el área solo para ser empujado. Peor aún, el tanto de Ricardo Noir, fue consecuencia de un error que se hizo constante a lo largo del segundo tiempo: la imperiosa necesidad de la central poblana por salir jugando, no entendiendo que, en ocasiones, era mejor reventar la bola a vieja ultranza, en vez de comprometerlo dejándolo franco en el centro del área grande.

La concentración en la zona baja tendrá que incrementar

Con todo, los goles del otrora visitante pueden acreditársele de forma preponderante a la concentración. Una concentración que, de incrementar sustancialmente en los protagonistas de aquellos desaguisados, garantizaría la erradicación de los errores e implicaría una complicación menos para un zaga que ya de por sí tiene que preocuparse por el talento individual del mencionado Bou, así como de Diego Milito (de discreto partido en la ida) y, en caso de ser necesario, Lisando López.

Robert Herrera deteniendo a Gustavo Bou
Robert Herrera deteniendo a Gustavo Bou (Foto: VAVEL / Rodrigo Peña)

Para beneplácito del Puebla, existe un plus, ajeno al desempeño ante el equipo argentino. El partido de Liga MX que lo enfrentó a Atlas, abrió en definitiva la baraja de posibilidades con las que cuenta Pablo Marini. Aunque el trabajo colectivo fue óptimo y destacable por sí solo, hubo individualidades a resaltar que podrían ser utilizadas para dar mayor solidez o, bien, recambios en los momentos oportunos.

En el mediocampo, resaltó la labor de Christian ‘Recodo’ Valdez, quien mostró que es un muy experimentado volante; capaz de recuperar, asistir y agregarse al frente con valía. De la misma manera, al fin haciéndose presente en el marcador, Álvaro Navarro se expuso como un ‘9’ efectivo en primera intención, aprovechando los servicios por las bandas para penetrar el arco.

No obstante, siendo congruentes con que Puebla debe explotar más su talento por las bandas, probablemente, son Mauro Cejas y Damián Escudero los que mayor aporte podrían generar. Cejas, como en sus mejores épocas en el fútbol mexicano, se adueñó de la banda izquierda y demostró que su calidad para incomodar defensas y generar peligro no pasó con los años. Escudero, por el costado opuesto de la cancha, se vio peligroso cada que participó con el balón y demuestra que tiene con qué convertirse en uno de los referentes del Puebla para generar oportunidades de gol y ayudar a los delanteros en su encomienda de anotar.

Concluyendo, Puebla no tiene ni remotamente un destino sencillo. Más allá de eso, a lo largo de sus encuentros ha sabido demostrar que entiende bien la idea de Pablo Marini y que no le incomoda en lo más mínimo presentarse bajo cualquier circunstancia y ser quien lleve la batuta del juego; procurando meter al rival en su estilo y no al revés. La Franja tiene una tarea importante en ‘El Cilindro’ y, de lograr la hazaña (tomando en cuenta que Racing no deja de ser el favorito), automáticamente se convertiría en uno de los rivales a vencer, tanto en la liga local, como en el Grupo 3 de la Libertadores.