Interesante semana vivió el Puebla llegando a la mitad del Apertura 2016. Tras dos partidos con circunstancias diametralmente opuestas, los Camoteros lograron sacar apenas la mitad de los puntos que disputaron. No obstante, aunándose a los resultados, sigue siendo el desempeño el que no parece llevar a ningún puerto al equipo todavía.

‘Derrota digna’ ante Tigres en el Estadio Universitario

En un partido que pintaba difícil ante Tigres –más allá del antecedente que dicta que a Puebla le va bien en su cancha–, La Franja no fue superada en el trámite y, disputándole el balón de tú a tú al plantel más fuerte de México, se vio bien por lapsos e incluso tuvo opciones para irse al frente en el marcador en algún momento.

Aun así, de nuevo en el torneo, al final los chispazos de buen fútbol no fueron suficientes, el equipo no supo cómo anotar en jugada y terminó conformándose con una ‘derrota digna’ de esas que pretenden servir como motivantes, pero que en realidad solo dejan sabor amargo, sobre todo, en un equipo que ya se había enfrentado a tal situación al menos en otro par de ocasiones en el campeonato, con Querétaro y Atlas.

En realidad, no hay mucho que recriminarle al equipo. Ante Tigres se vio un compromiso general, se pretendió darle movimiento a la bola y hubo un esfuerzo notable por darle la mayor solidez posible a la zaga. Por lo mismo, parece ser momento de admitir que Puebla no está en una situación de incertidumbre total –en materia de cociente y búsqueda de liguilla– por falta de interés, por falta de estrategia o por falta trabajo. La gran realidad apunta a que el equipo está en tal situación por un corto plantel que, al menos por lo mostrado hasta ahora, parece no tener ese golpe de calidad que logre que las ‘derrotas dignas’ se transformen en ‘satisfactorios empates’ o, mejor aún, en ‘grandes victorias.

Puebla parece adolecer de un plantel muy limitado

Y no es el hecho de buscar implicar que Puebla se vio corto en plantel ante la UANL en particular, pues es evidente que, casi cualquier plantel en México, quedaría corto en una comparación directa con el equipo universitario. Más bien, es el hecho de entender que, a estas alturas, con medio torneo a cuestas, Puebla ha demostrado intención de ganar –porque siempre busca la portería, no se encierra y no deja de pelear hasta el final–, pero no tiene el material que permita culminar la gran jugada, evitar la descolgada que parte desde mediocampo o detener al rival que pretende entrar al área. Como consecuencia, ante Querétaro y Atlas se perdieron al menos dos puntos, contra Santos otros dos y contra América otros dos. Seis puntos que tendrían con un panorama completamente diferente al Puebla, en comparación con el que tiene ahorita.

Sin ser dominante, se ganó el Clásico del Sur

El ‘gitanismo’ del Puebla se terminó de confirmar en el partido de media semana ante Veracruz. Yéndose dos veces abajo en el marcador y logrando la remontada con tres goles a balón parado, La Franja ganó el partido que lo enfrentó al antagonista. Al final, eso pareció ser lo más importante; la consecución de tres puntos muy valiosos y contra el equipo con el que más rivalidad se tiene. De nuevo, hablando de lo que estrictamente se refiere al desempeño, no hay una sola constante positiva en el colectivo que pueda esclarecer el panorama el equipo.

Y aquí lo tristemente resaltable de la situación es que no hay constantes positivas; pero sí hay constantes negativas. Se ha vuelto constante en el Puebla la falta de gol en jugada, se ha vuelto constante también la facilidad del atacante rival para llegar con facilidad al área y se está volviendo constante la ida abajo en el marcador cuando, aparentemente, es el Puebla quien domina el encuentro.

Aun así, aunque podría decirse que el panorama es desalentador tomando en cuenta lo anterior, retomando la idea de que Puebla sufre de un plantel no tan vasto como se desearía, el hecho de ganar ‘como sea’ parece ser válido. Y efectivamente, aunque no es lo más sano, es a lo que pueden recurrir equipos en tales circunstancias.

De todos modos, con todo y el plantel discreto, parece haber algunos elementos que individualmente sí tienen para colarse en lo más destacado de la Liga MX en este torneo. A estas alturas, Matías Alustiza ha llegado a 6 goles y pinta para romper su marca de 9 con Puebla. De la misma forma, Damián Escudero es el líder de asistencia de la competición y, a opinión personal, en él seguirá recayendo la mayor responsabilidad en las pretensiones ofensivas del equipo.

Se viene Morelia

Al final, lo dicho con anterioridad no dejará de ser una percepción particular de lo que pasa con Puebla en la cancha. No obstante, para dejar sin sustento lo comentado, sería interesante ver una proyección en el desempeño del equipo –desde ya–, para comenzar a creer que el plantel sí tiene para solidificarse y encontrar un rumbo determinado o, bien, seguir navegando en un camino donde las alegrías y las tristezas son impredecibles.

Morelia, parece estar en una situación similar. El equipo de Enrique Meza no tiene consistencia en sus resultados y, lo mismo gana fuera de casa, que es goleado en ella. Por lo mismo, aunque el partido pinta impredecible, pero como a nosotros solo nos interesa lo que pase con Puebla, será importante que Puebla ahora sí haga valer sus argumentos y, de una vez por todas, logre esa solidez que ya no le permita recibir goles evitables y de la misma manera anote culminando jugadas. Es momento de hilar triunfos. Un equipo que no es capaz de hilar triunfos, solo termina confirmando el paso gitano, poco firme.

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