El líder por fin cayó en la cancha de Ciudad Universitaria ante unos hambrientos Pumas que con el paso de las jornadas demuestran ser un conjunto sólido que quiere ser protagonista en la carrera por el título de liga al imponerse por un marcador de 2-1.

La tarde lucía imponente con el agobiante calor que suele sofocar a los visitantes en la cancha del Club del Pedregal. El partido por mucho era el más atractivo de la jornada con dos escuadras que se caracterizan por dejar todo en el terreno de juego. Factores extra deportivos como el regreso de Emmanuel 'Tito' Villa a su más reciente club y la amenaza de una invasión felina agregaban un toque de emoción a la siempre vibrante cancha capitalina.

Fernando Guerrero dio el silbatazo inicial y los equipos se fueron al frente con todo su arsenal sin escatimar esfuerzos. La cosa no se veía nada bien para la escuadra de Torres Servín, ya que cuando apenas la efervescencia de los primeros minutos iba desapareciendo, Villa conectó de cabeza el esférico para marcarle gol a su ex equipo.

Sin embargo, justo cuando Tigres tenía el partido hecho a la medida y Pumas no encontraba salida por donde descargar alguna jugada de peligro, los auriazules se encontraron con una jugada a balón parado que para mala fortuna de la zaga de la Universidad de Nuevo León, el defensa central, Hugo Ayala, terminó empujando a su propia meta.

La zaga norteña se veía desconcertada, pero pronto lograron contener los embates contrarios y fiel a su estilo se fueron al frente. Pumas no se achicó en ningún momento, por lo que los espacios en media cancha se fueron abriendo. Los jugadores más hábiles de ambos conjuntos como Lucas Lobos aprovecharon el descontrol del partido para generar jugadas que comprometían la meta de Alejandro Palacios. 

Pumas por su parte, aguerrido como siempre, se enfilaba con velocidad hacia la meta contraria cada que recuperaba la pelota, pero la falta de claridad en sus delanteros les impedía concretar alguna jugada clara de gol.

No fue hasta que nuevamente en una pelota a balón parado, las jugadas de táctica fija practicadas en la semana rindieron fruto. Verón peinó el balón dejando a Martín Bravo solo en el área, y con un gran gesto técnico, conectó el balón con una media tijera que dejó sin ninguna posibilidad a Enrique Palos para darle la vuelta al marcador y hacer estallar en júbilo a todos sus aficionados.

      

Pocas veces Tigres había estado abajo en el marcador, pero sobre todo, pocas veces se había visto superado colectivamente por un equipo. Aun así los norteños todavía pudieron irse al frente antes de que terminara la primera mitad cuando el 'Tito' Villa se encontró un mano a mano con 'Pikolín' II, pero Darío Verón se recompuso y en la línea evitó la caída de su cabaña, ganándose el aplauso del público.

Así, para la segunda mitad, el 'Tuca' dio entrada a su gente de peso al ataque, mientras que Pumas decidió replegar sus filas y darle el esférico al superlíder del torneo. Villa nuevamente se encontró con las oportunidades más claras de gol, pero la fortuna estaba del lado de la zaga auriazul. Martín Romagnoli se multiplicaba en media cancha para frustrar los ataques del contrario y al mismo tiempo daba salida por las bandas para despresurizar los ataques comandados por Danilinho y Lobos. Todavía entró gente joven como Alan Pulido para refrescar la ofensiva, pero Tigres nunca encontró la claridad para empatar el marcador y se ahogaron en su propio ímpetu para así perder el invicto tras 13 jornadas.

Con este resultado Pumas llegó a 23 puntos y se queda con la quinta posición del torneo, que le sirve como aliciente para encarar su siguiente compromiso en la cancha del Estadio Azteca ante las Águilas del América. Mientras tanto, a pesar de la derrota, gracias a la combinación de resultados de este fin de semana, los Tigres ya están clasificados a la liguilla con 29 unidades, y esperan en el 'Volcán' a los Tuzos del Pachuca.