Los capitalinos fueron despertados la mañana del Viernes Santo con un temblor de magnitud 7.2 grados Richter, sembrando desconcierto y pánico. A pesar de no haber incidentes mayores a caídas de bardas y cuarteaduras en edificios y puentes, la sensación de peligro siguió durante el transcurso de esta fecha feriada. Pero para los Pumas de la UNAM, el peligro se pudo sentir mucho más latente en la preparación para el partido contra las Chivas del Guadalajara el próximo domingo.

Trejo relató el incidente en los vestidores del Olímpico Universitario: “Corriendo alcanzamos a salir a la cancha y ahí en la cancha se movió más, pero no sabes cómo se escuchaban las torres del alumbrado, a correr hasta medio campo. Nos agarró de sorpresa y además fue a las nueve, unos andaban encuerados, te lo juro, todo mundo salió corriendo. Aquí abajo se siente horrible, ahí en el vestidor que está apartado”.

Los Pumas tuvieron que entrenar en el estadio de CU por el cierre del Circuito Universitario ante las vacaciones de Semana Santa. Generalmente, el día viernes los auriazules lo hacen en las instalaciones de la Cancha 2 dentro de la UNAM. El epicentro del sismo se encontró en Petatlán, Guerrero y no se registraron víctimas mortales.

El incidente sólo quedó como una simple anécdota ante el partido contra los dirigidos por Ricardo Antonio La Volpe en la fecha 16 del Clausura 2014 de la Liga Bancomer MX.