La rivalidad entre los Pumas de la UNAM y Cruz Azul se ha ido fraguando a través de la historia por duelos que se han quedado impresos en la memoria colectiva de los aficionados, tanto de uno como de otro equipo.

Como era de esperarse, no solamente los enfrentamientos en fase regular han sido claves, sino que los equipos que se medirán nuevamente el próximo domingo, han lidiado batallas dentro del terreno de juego en las fases finales de los torneos de Liga.

Uno de los choques más recordados dentro de la fase final es la llave por los cuartos de final en la temporada de 1994-95. El conjunto de la 'Máquina' llegó a la liguilla ubicado en el 3er. puesto con 48 puntos, mientras que el Club Universidad Nacional se coló a la ronda final en el 7mo. peldaño tras acumular 41 puntos, por lo que el partido de ida se jugaría en el Estadio Olímpico Universitario y el de vuelta en el Estadio Azteca.

El juego de ida terminó con una victoria para Pumas por la mínima diferencia, por lo que la llave quedaba completamente abierta para cualquiera de los equipos. El gol de los felinos fue conseguido por Rafael 'Chiquis' García, quien curiosamente era marcado por 'Lupillo' Castañeda, quien se iría de C.U. con un amargo sabor de boca por tener culpa en el gol que recibió su equipo.

El juego de vuelta fue como se esperaba: Cruz Azul buscó el empate desde el primer minuto y no bajó los brazos, pero la heróica actuación de Jorge Campos parecía que les impediría conseguir el pase a la semifinal, al menos hasta que, en el minuto 88 de juego, Miguel Ángel Carreón 'El Iguala', le cometió una falta dentro del área a Juan Reynoso.

Por si fuera poco, el jugador emblema, y sobre el cual recaía la mayor responsabilidad de la cuota de goles, Carlos Hermosillo, se negó a tirar el penal, así que Julio Zamora fue el encargado de enfrentarse mano a mano con portero de los felinos.

A pesar de haber cobrado la pena máxima al lado izquierdo de Campos y con la fuerza suficiente para vencer a cualquier arquero, la tarde mágica del acapulqueño parecía consagrarse, pues con un lance que exigió una estirada monumental por parte del guardameta, consiguió atajar el esférico, pero en un abrir y cerrar de ojos los papeles se revirtieron.

'Lupillo' Castañeda, el mismo que había tenido culpa en el gol recibido durante el partido de ida, se encontró con el rebote a la misma altura del manchón penal, pero un par de metros más a la derecha y con un zapatazo de pierna diestra consiguió que la de gajos se colara entre las piernas de Campos para conseguir el gol de la igualada que significó la clasificación para el cuadro 'cementero' y el gol que le permitió redimirse con sus compañeros.