Pumas de la UNAM tuvo bastantes problemas, pero sacó el partido -como pudo- para pasar a las semifinales de la liguilla del fútbol mexicano ante los Tiburones de Veracruz, con una entrada monumental en el Estadio Olímpico Universitario que se vistió de gala para una fiesta grande más.
Un gran desplegado de banderas se pudieron ver durante el himno universitario, lo que significó una gran unión entre equipo y afición, que parecía no afectar a los visitantes que estaban concentrados en no perder la mínima ventaja que obtuvieron en el puerto jarocho el pasado jueves.
Mañana gloriosa en el Olímpico Universitario. Los dirigidos por Carlos Reinoso sabían que un contragolpe los podía poner en ventaja, mientras que Guillermo Vázquez ponía a lo más ofensivo que tenía en su banca, incluido Daniel Ludueña y David Cabrera quienes solo eran recambio por su resistencia.
Pero Pumas pegó primero al 8’ con una buena jugada de Ismael Sosa, que le dio un fino pase a Fidel Martínez para que solo la empujara a la redes y los universitarios tuvieran la ventaja inicial. El desconcierto de los escualos fue inminente aunque no completo, porque seguían avanzando para encontrar el gol de visitante que les podía dar una ventaja extra.
Pero por más que Veracruz quería meterse en el juego, más control tenia los locales del balón, sobre todo cuando el ‘Hachita’ manejaba los hilos del juego. Aun así los del Pedregal pudo ponerse con mayor ventaja en una acción de Cortés, que fue bien atajado por el arquero y en varios tiros de esquina que desperdició Gerardo Alcoba; y una más grande de Ludueña que, solo y frente al arco rival no pudo definir como quería. Así terminó la primera mitad.
La segunda mitad empezó más tranquila de lo que esperaban, a excepción de un fuerte golpe a Herrera que lo dejó tendido una buena parte de tiempo. Aunque los ánimos de calentaron al 15’ con una agresión certera de Peñalba a Verón que el árbitro solo indicó como amarillas para los dos.
Los auriazules pudieron ampliar más el marcador a los 21’ con una gran corrida de Sosa que llegó a la cabeza de Martínez que se estrelló en el poste, haciendo mayor el sufrimiento de los hombres jarochos que con Julio Furch tuvieron una de la más claras en un remate que se fue afuera de la cabaña de Palacios.
Melitón empezó con su show dando tremendos paradones a tiros de Ludueña y de su propio jugador que casi hace un autogol de época, siendo el mejor momento del partido. Casi al final del encuentro y por los roces, el silbante quizo añadir más minutos al partido, lo que hacía más angustioso el pasar del tiempo para todos los aficionados y jugadores adentro del campo.
Pero ya no faltaba más. Pumas lograba tener un paso más para ser campeón, aunque después habra que hacer un balance de lo que se esta haciendo bien o mal para los universitarios, quienes no quieren que su curva de rendimiento baje considerablemente.