Al hablar de futbol lo primero que viene a la mente son los puntos, los marcadores, los goles y, por consecuente, los jugadores que los anotan, mismos que en su mayoría son los denominados jugadores de campo, es decir, todos aquellos que no sean porteros y estén destinados a pasar casi los noventa minutos encerrados en las paredes imaginarias del área.

Si de algo puede jactarse el futbol mexicano es de ser un fuerte semillero de guardametas. Incluso en la Selección Mexicana durante mucho tiempo ha sido el único puesto que no se ha tenido por seguro debido al gran nivel demostrado por muchos de ellos, siendo los ejemplos más representativos Adolfo Ríos, Jorge Campos, Óscar Pérez, Oswaldo Sánchez, José de Jesús Corona y Guillermo Ochoa, sólo por mencionar algunos.

Pero los nombres de los porteros mexicanos tienen su contraparte extranjera, esa que engloba nombres de la talla de Miguel Marín, Hernán Cristante, Miguel Calero, Robert Dante Siboldi, Gerardo Rabajda, Ángel Comizzo y Héctor Miguel Zelada.

Y no es de sorprender que tres de los siete arqueros mencionados sean argentinos, pues esa misma tierra dio al mundo a dos de los mejores guardametas que han atajado: 'El Loco' Gatti y el 'Pato' Fillol.

Agustín Marchesín, más que otro argentino

Por eso no es casualidad que el portero de Santos Laguna, Agustín Marchesín, un bonaerense de nacimiento, se eriga en al balompié mexicano como uno de los mejores en su posición apenas 8 meses después de su llegada y con gran parte del título en el torneo Clausura 2015 en sus hombros.

Con el retiro de Oswaldo Sánchez en la Comarca Lagunera se encendieron las alarmas al perder a un referente del equipo y pocos fueron optimistas ante cualquier nombre que intentara suplir el hueco del veterano, pero una sorpresa muy agradable estaba por llegar desde el hemisferio sur.

La experiencia en selecciones menores y una carrera de siete largos años en el futbol argentino fueron las cartas de presentación con las que Marchesín arribó a México para encaminar a Santos al título con sus atajadas y también con las salidas rápidas que son capaces de generar contragolpes letales.

Y aún cuando parece que falta mucho y que hay una carrera por delante para el seleccionado argentino, el guardián de la cabaña lagunera ya sabe cómo sintetizar en su persona el porte de Cristante, la picardía de Comizzo, la espectacularidad de Marín y el temple de Zelada para dotar de tranquilidad a sus compañeros y aficionados.

Tiago Volpi, orden y progreso

Pero Sudamérica no sólo tiene su representante pampero debajo de los tres palos, también tiene su ejemplar amazónico después de casi medio siglo en que ninguno de su género pisó las canchas mexicanas, al menos no después de Paulo Martorano, Gilberto Trinidade y Amaury Fonseca.

Aún así, la historia no podía permitir que aquellos nombres no fueran defendidos desde los guantes de un compatriota digno de hazañas semejantes. Tiago Volpi, al igual que Marchesín, llegó a México para el Clausura 2015, al mismo equipo pero sin el mismo ruido de su compatriota Ronaldinho. Sin embargo, el eco de Volpi no ha enmudecido.

Muchos porteros han pasado por equipos que no son considerados en la parte alta de la tabla y que incluso pelean por el descenso, tal fue el caso de Volpi, un arquero desconocido para el futbol mexicano, o al menos eso era lo que pensaba la mayoría.

Pocos se atrevieron a dar un augurio favorable para el carioca y menos creyeron en su capacidad para convertirse en un bastión de un cuadro que se amoldaría al férreo planteamiento de Vucetich, pero la facilidad a la hora de manejar el área, las salidas certeras en los balones elevados y los achiques casi milimétricos, fueron tan sorpresivos como agradables en un Estadio Corregidora que necesitaba un nuevo grito libertador, un grito que surgiera desde el fondo de la cancha y tañera en el accionar del equipo.

No es casualidad que Marchesín y Volpi fueran los encargados de defender los arcos de la última final del futbol mexicano con menos de un año en el país, pero aún cuando muchas veces viven en el silencio de la red, es inevitable clavar la mirada en los lances de dos de los mejores arqueros que han llegado a México en los últimos años.