Hace algunos meses el “Fuera Salvador” era el grito de guerra de La Adicción, la barra de los Rayados de Monterrey, mientras que los abucheos se convirtieron en la principal melodía del soundtrack del estadio Tecnológico, donde la afición hacía sentir su repudio a lo que vivía el equipo.

Víctor Manuel Vucetich, quien dejó el banquillo regio en el Apertura 2013, fue relevado por José Guadalupe Cruz, pero éste pasó sin pena ni gloria por la institución.

Al terminar su mandato, Carlos Barra entró para terminar el Clausura 2014 y al siguiente torneo, cuando nombres del renombre de Marcelo Bielsa sonaban para dirigir a Rayados, Barra fue ratificado, lo cual no fue del agrado de los seguidores, que tras probar la miel del éxito con Vuce, empezaron a pensar que la debacle se aproximaba.

Pero en este Apertura 2014, dichos hinchas parecen estar aún sobándose de una auténtica cachetada con guante blanco, pues llegaron buenos refuerzos, ahora se consiguen los resultados y desaparecieron las evidencias –al menos deportivas y numéricas- para exigir la cabeza de técnicos y directivos.

Monterrey ha vuelto a ser el equipo que sabe ganar partidos, si bien su funcionamiento no convence, los jugadores se notan comprometidos y han llegado a corregir errores del pasado como en algún momento cuando inició aquella era de campeonatos al mando de Vucetich.

Hombres como Jonathan Orozco, Stefan Medina, Humberto Suazo y Dorlan Pabón se han convertido en los referentes dentro de las zonas más destacadas del terreno de juego.

La portería está bien resguardada con Orozco y Juan de Dios Ibarra, quienes cuando se proponer a hacer su trabajo y no a salir jugando y arriesgar el balón, han definido encuentros con sus atajadas.

Medina llegó para esta temporada sin muchos reflectores y poco a poco ha ido demostrando el porqué de su contratación con sus actuaciones en la zaga rayada, a la que han regresado elementos como Hiram Mier, que sigue como uno de los titulares base.

A la ofensiva, la dupla de Suazo y Pabón ha demostrado ser un peligro al contragolpe y, acompañados de los mediocampistas, siguen regalando pinceladas de calidad y jugadas que terminan en gol, aumentando la efectividad, y por ende, los triunfos.

Lo anterior ha sido primordial para que Barra haya ganado 10 de los 17 encuentros que ha dirigido; cinco en esta temporada, mismos que ganó Vucetich en su campaña menos exitosa, por lo que la afición se ha vuelto a volcar con el equipo.

De continuar con este paso, habrá que volver a hacer espacio en la Liguilla para Rayados, aquel equipo que se ganó el respeto del un país entero por su juego y dominancia, que hoy parece regresar a esa gloria de un pasado no tan leajano.