No siempre es bueno mirar hacia atrás dirán muchas personas, pero en éste deporte, en variadas ocasiones es necesario para motivarse, para encontrar ánimos, esperanzas y ganar seguridad. Santos Laguna ante los Rayados de Monterrey tienen un historial terrorífico en cuanto a finales se refiere, pero hubo una noche iluminada en Torreón, donde por primera vez los albiverdes obtuvieron un título de liga frente a la cara de los regiomontanos, un partido que muchos, incluso jugadores lo consideran como un clásico, de tal magnitud la importancia del cotejo de éste viernes.

Vucetich se convirtió en verdugo de la afición santista impidiendo estrellas para sumar en la historia del club lagunero y fue satisfactorio para la misma gente sacarle un título del bolsillo al 'Rey Midas'. 

Fue el Clausura 2012 cuando Santos obtuvo su cuarta estrella, un camino largo y complicado en el que antes, tuvieron que echar de liguilla a otro equipo del estado de Monterrey, nos referimos a Tigres, una serie realmente dramática donde a Oribe Peralta le salió la capa para convertirse en héroe. En el partido de ida en el Tec, el enfrentamiento quedó uno a uno, todo se definía en la Comarca.

Con mucha tensión para ambos planteles inició el encuentro, el local, como tal, buscó ir con todo al comienzo, fue hasta la pérdida del balón por parte de Walter Ayoví en mediocampo, permitió a Darwin Quintero asistir a un talento e ídolo en Torreón como Daniel 'Hachita' Ludueña para que éste abriera las gargantas en las tribunas con el 1-0 tras cruzarle el disparo al arquero Orozco. De aquí en adelante, el equipo regio dominuó las acciones, teniendo las más claras, recordamos de todas, una de Zavala que se estrelló en el poste. Pero al 76', ahora Ludueña asistiría al 'Cepillo' Peralta para que éste enviara el balón a las redes de la 'Pandilla', sellando de manera personal un título valioso en su carrera.

En los últimos minutos, todavía la visita logró inquietar con la diana de Aldo de Nigris en la agonía de los noventa minutos, al 86', después de mandarse un zapatazo que no pudo detener Oswaldo Sánchez, finiquitando el resultado de 2-1, 3-2 en global final, haciendo valer 'La casa del dolor ajeno'.

De esta forma se consumó una de las cinco estrellas de la institución lagunera, atribuyéndole a Benjamín Galindo parte de éste éxito.