Veracruz no ha comenzado nada bien el 2016. Durante este Clausura 2016, cinco partidos ya se han jugado y los escualos siguen sin conocer la victoria. Tres empates y dos derrotas marcan el paso de Carlos Reinoso, quien comienza a ser cuestionado por prensa y afición. En un bando están quienes apoyan su continuidad, tomando a consideración lo hecho por el chileno en 2015 al mando del equipo, calificando a dos Liguillas consecutivas por primera vez en la historia; por su parte, la oposición acusa al 'Maestro' de pésimos planteamientos en el torneo, además de estar "casado" con algunos elementos que han mostrado un mal funcionamiento.

Pero discutir la continuidad de Reinoso a la ligera sería un grave error, sobre todo para un equipo que en el siglo presente se ha destacado por la inestabilidad en Primera División

Falta de variantes

Veracruz vivió un 2015 increíble, con un estilo de juego propositivo y veloz que impresionó a más de uno. Conforme el año fue avanzando, más y más difícil le resultó al Tiburón hacer frente a sus rivales. Partido tras partido, los contrarios se acostumbraron a la línea de cuatro, los dos contenciones, dos hombres abiertos, un media punta y un delantero sólo al frente. Pocas veces variaba a línea de cinco, sólo para volver al origen independientemente del resultado. 

Como resultado, se ha hecho muy predecible a qué juega Veracruz, y para muestra los números: de sus últimos 10 partidos en Liga MX, sin incluir Liguilla, los escualos sólo han ganado dos, obteniendo 11 puntos de 30 posible (36.6%). Los anteriores 10 partidos a los ya citados, Veracruz ganó cinco y obtuvo 16 puntos de 30 posibles (53%).

Momento de los jugadores

Melitón Hernández llegó a un nivel que ni él mismo veía venir, mismo que lo llevó a vestir la playera de la Selección Mexicana en un amistoso ante Paraguay. Después, lo que muchos sabemos, errores que le costaron alternar la titularidad con Sergio García, quien también ha cometido pifías dignas de ser borradas del colectivo escualo.

Fernando Meneses arribó a Veracruz como un auténtico tren bala, tanto así que su siguiente parada de vislumbraba en la Copa América de Chile, cosa que no sucedió. Desde entonces, el hechizo se deshizo y Fernando ya no andó. Sumamente cuestionado por la afición, medios y su propio entrenador, no ha podido acercarse al nivel que potenció el ataque escualo.

Y junto a ellos, hombres como Leobardo López, Gabriel Peñalba, Edgar Andrade y Juan Albín no han podido despuntar este torneo, disminuyendo una gran dosis de talento a los escualos.

¿Mala planeación?

Durante el draft invernal, la directiva priorizó la continuidad del plantel titular, una decisión acertada, siendo Emmanuel García, titular indiscutible por banda izquierda, la única baja. El problema, es que no lograron encontrarle un sustituto natural con la capacidad de llenar ese vacío. Por ello, Reinoso ha debido improvisar con pésimos resultados, llámense Carlos Calvo o Emlio López; lo cierto es que el 'Maestro' está a la espera de la recuperación de Dárvin Chávez.

En cuanto a la banca, los Kuri movieron sus fichas para tener variantes, pero el siguiente punto les ha calado hondo.

Chilenas y mala suerte

Enrique Esqueda y Gerardo Lugo arribaron como apuestas importantes al frente, sin embargo, las lesiones han hecho de las suyas. Esqueda llegó lástimado (recurrente en su carrera a últimos años), por su parte, Lugo realizó una chilena en el entrenamiento buscando el ángulo... pero encontrando su brazo fracturado. Esto ha reducido el márgen de maniobra de Reinoso.

En otro contexto, el equipo, por momentos, ha mostrado muy buen fútbol, topándose también con errores garrafales, buenas actuaciones de los arqueros, y quizá, sólo quizá, uno que otro error arbitral. Lo cierto es que la suerte también ha influído en el mal andar del equipo.

Desconcentración 

La presión por conseguir resultados y el constante sentimiento de persecución arbitral, han provocado que los jugadores pierdan el control de sus emociones en varios encuentros, resultando en pelotazos al área, gritonazos desde la banda y hasta peleas ridículas e inaceptables en el palco presidencial. Y todos sabemos que un equipo que no está al cien en su encuentro, suele no tener buenos resultados.

¿De vuelta a la realidad?

Otro punto a considerar, que probablemente será muy rechazado, es el hecho de que, históricamente, Veracruz es un equipo de media tabla hacia abajo, a pesar de que el último año nos haya hecho creer lo contrario. Y bueno, la historia tiende a repetirse, por lo que quizá sólo se trate del término de un grato sueño y el despertar a la cruda realidad. Pero no es algo que esté escrito, y en los pies de los pupilos de Reinoso estará demostrar que no es así; el primer paso lo han dado al alejarse del descenso, el segundo será más difícil, pero todos querrán consolidar a los Tiburones como un equipo a seguir de manera constante en la Liga Bancomer.

Las fortalezas de Reinoso y la opción de levantar

La mayoría de los puntos anteriores pueden ser controlados y modificados por el equipo, siempre y cuando retomen el buen rumbo, la sensatez y encuentren suficientes variantes de juego que eviten ser tan predecibles. A favor tienen la ya próxima recuperación de Edgar Lugo y Dárvin Chávez, quienes sumados a Enrique Esqueda podrían generar un buen cambio en el equipo.

Otro punto a trabajar será la mentalidad de varios jugadores, como Fernando Meneses, quien a nivel óptimo tiene capacidad para ser de lo mejor de la Liga, y también de Gabriel Peñalba, cuya magia, por momentos, pasa a estar de sobra en momentos de presión.

Y sin duda, Carlos Reinoso es un hombre con toda la experiencia del mundo, que ha puesto a Veracruz en un lugar inédito en la historia de los torneos cortos, por lo que sería totalmente erróneo pensar en una destitución. El 'Maestro' ya resucitó una vez al equipo, y no hay razón para no creer que algo pueda evitar que lo repita. Así que tiempo al tiempo y trabajo al equipo, es lo que necesita Veracruz.