EL 2 de diciembre del 2012 es una fecha que no se olvida en la ciudad de Tijuana. Una ciudad que en su historia reciente había sido víctima de la inseguridad del país, tuvo un momento de euforia deportiva que lo alejara de su realidad social encabezada por el nuevo orgullo de la ciudad: los Xoloitzcuintles de Tijuana.

Después de una campaña que vio al equipo superarse a sí mismo y sorprender a la republica futbolera tras 21 batallas, una ventaja de 2-0 obtenida en su propia casa en la final de Ida, le dio al cuadro fronterizo la motivación para afrontar la hazaña en el Estadio Nemesio Diez ante los Diablos Rojos de Toluca. Goles de Richard Ruiz y Duvier Riascos congelaron el infierno aquella noche e incendiaba de júbilo a la ciudad de Tijuana a pesar de los 2.000,00 km de distancia.

El silbatazo final de Francisco Chacón ponía punto final al cuento de cenicienta que había escrito desde el banquillo Antonio Mohamed con la colaboración e inspiración de sus pupilos dentro de la cancha. La historia tenía todos los elementos necesarios para ser exitosa: un héroe inesperado que tras el enfrentamiento ante el viejo enemigo que en el pasado había sido el verdugo en Cuartos de Final contra Monterrey, la heroica remontada en Semifinales cuando todo parecía perdido ante León, y la Final donde el esfuerzo, la garra, y la disciplina vencieron al mismísimo diablo en su camino hacia poder tocar el cielo.

Un milagro, una hazaña, una proeza para Tijuana y su equipo fue un título que estrenaba su grandeza en el balompié mexicano. Lágrimas de felicidad, gritos de orgullo con voces quebradas y el cántico en el fondo de la gente que los acompañó durante todo la temporada, en una plaza que se enamoró desde el primer día que sus jugadores pisaron el pasto sintético del Estadio Caliente, el matrimonio entre la afición y sus jugadores recibía por fin su anillo en forma del trofeo del Apertura 2012.

"Valió la pena el esfuerzo, como estos momentos no hay dos, el triunfo es lo más grande que puede haber en el deporte", Cirilo Saucedo

Desde su concepción, parecía que el cuadro canino estaba destinado para grandes cosas, al necesitar tan sólo año y medio desde su ascenso a la máxima categoría para consagrarse campeón y ser reconocido como el monarca mexicano más joven con un sueldo de 59 partidos jugados en Primera División.

De aquella mágica noche se mantiene gran parte de los protagonistas del momento más importante en la historia del club bajacaliforniano. Los nombres de Cirilo Saucedo, Javier Gandolfi, Juan Carlos Núñez, Greg Garza, Joe Corona, Richard Ruiz y Alfredo Moreno regresarán este fin de semana al estadio en donde firmaron sus nombres por siempre en la eternidad.

Con ciertas tonalidades de déjà vu repitiéndose para el club fronterizo en el Clausura 2015 con la del temporada del 2012, el destino pareciera estar nuevamente en sus manos rumbo a la liguilla. Si bien no hay título que disputarse en esta ocasión para el duelo entre Xolos y Toluca, las aspiraciones de ambos equipos por meterse entre los ochos equipos que pelearan por la liguilla prometen volver a dar un partido intenso como ha sido de costumbre en esta serie de la Liga MX.