Después de 87 minutos de perfección, regresaron los fantasmas que persiguen a la Selección Mexicana para volver a cambiar el destino y darle el pase a la selección de Holanda.

El partido

Desde los primeros minutos, ambos salieron con cautela, buscando el arco rival, pero sin desbocarse y sin dejar espacios en la última zona.

Los primeros instantes fueron de estudio y principalmente de llegadas que tenían que ser terminadas desde afuera del área ante la buena marcación que realizaban los defensores centrales.

Con el paso de los minutos, ambos conjuntos fueron soltando piernas. Holanda circulaba la pelota, esperando que Robben hiciera una genialidad en el último cuarto de cancha, mientras que Herrera y Guardado trataban de conectar con Peralta y Dos Santos mediante pases filtrados que eran bien leídos por la zaga holandesa.

Poco a poco, los pupilos de Miguel Herrera empezaron a terminar sus jugadas, pisando el área con mayor peligro. Al 17’, Héctor Herrera recibió el esférico en los linderos del área, recortó a un par de elementos e incómodamente sacó un disparo que pasó a escasos centímetros del poste derecho.

Al sentirse un tanto asfixiado, la naranja mecánica despertó y en un trazo largo logró, al 27’, que Van Persie se desmarcara dentro del área, que bajara la pelota, pero no que tuviera una definición correcta.

Posteriormente, vino una pausa de rehidratación que le permitió volver a tomar energía a la Selección Mexicana, para generar una par de embates por los costados y un arribo de Dos Santos que el arquero holandés solucionó de forma correcta.

Cuando moría la primera parte, vino un error de Rafael Márquez que Arjen Robben no capitalizó al recibir un par de faltas que debieron haber sido marcadas como penal.

En esa última jugada, al tratar de barrerse, Héctor Moreno salió lesionado, obligando a que Miguel Herrera hiciera modificaciones en el segundo tiempo.

Estadísticas del primer tiempo

Para la parte complementaria, México se levantó en armas y logró que al 48’ Dos Santos rematara desde afuera del área para enviar el balón al fondo de las redes.

Con la anotación de la Selección Mexicana, la escuadra de Van Gaal se vio obligada a adelantar líneas y casi le da resultado, cuando, al 57’, en un tiro de esquina Guillermo Ochoa se tuvo que vestir de héroe para enviar un cabezazo al poste.

Estando arriba en la pizarra electrónica, el Tri bajó las revoluciones y se dedicó a cuidar la ventaja dentro de su área, ocasionando que en un par de ocasiones la naranja mecánica tocara la puerta e inyectara nerviosismo.

Cuando el encuentro se jugaba en territorio mexicano, al 74’, Arjen Robben se quitó a Rafael Márquez y encaró a Ochoa, pero casaca 13 le arrancó la gloria.

En la parte final de duelo, Holanda se tiró al frente y bombardeó el área tricolor, obteniendo frutos al 87’, cuando en un tiro de esquina la redonda quedó a placer de Sneijder, quien prendió el balón como venía para sacar una bala que perforó la portería y las ilusiones de todo México.

Después del gol de la naranja mecánica, los pupilos de Miguel Herrera quedaron en shock, se desconcentraron y cuando agonizaba el partido Rafael Márquez derribó a Robben dentro del área, regalando un penal que Huntelaar cambió por gol y por un boleto que les da el derecho de jugar los cuartos de final.

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Sobre el autor
Jesús  Rodríguez
Comunicación.