A pesar de que la Selección Mexicana tuvo una mejoría en el funcionamiento colectivo en Brasil 2014, los número son fríos y una vez más el Tricolor se quedó en el "ya merito". Miguel Herrera y sus jugadores le dieron la esperanza al país de hacer historia y conseguir aquel quinto partido que tanto se ha buscado. Por momentos dicha meta parecía alcanzable, sin embargo cinco minutos bastaron para arrancarle ese gran sueño a todo un país.  Pero ¿Qué determinó semejante derrota?

Es un hecho que el aspecto mental es algo que le juega en contra al deportista mexicano. El manejo del triunfo sigue siendo complicado. Nos cuesta lidiar con algo grande, con la posibilidad de hacer historia, de vencer a Holanda en un Mundial, de atravesar los parámetros de lo "imposible".

México tenía el partido  y las condiciones para ganarlo. Sin embargo, al minuto 60 sale de cambio Giovanni Dos Santos, autor del gol y además uno de los jugadores más peligrosos en la ofensiva. Ahí empezaron las malas decisiones. 

Es cómodo culpar al arbitraje o a las faltas inexistentes, y es verdad que le perjudicaron a México, pero también es necesario poner atención en lo que la Selección Mexicana dejó de hacer, o en los aspectos que se tiene que preparar más. Mientras que el deportista mexicano no trabaje su fortaleza mental o su capacidad para mantener resultados positivos, los resultados seguirán siendo mediocres. Y mientras mantengamos como país una actitud conformista, seguiremos diciéndoles a nuestros jugadores de manera implícita: "No importa, te felicito porque jugaste bonito, con eso basta".