La ciudad de Querétaro recibe a la Selección Mexicana de Fútbol para enfrentar a Panamá, un combinado que ha incrementado notoriamente su nivel en los últimos años y que se ha convertido en un obstáculo difícil de sortear para los Tricolores en épocas recientes.
En la retina de los espectadores aún está la chilena milagrosa de Raúl Jiménez para dejar con vida al conjunto azteca en el Hexagonal Final con destino al pasado Mundial, al que se llegaría gracias al triunfo estadounidense en suelo panameño, situación que caló hondo en el ánimo de aquel país, al ver frustrada su opción de acudir por primera vez a la máxima fiesta del futbol.
Indirectamente, México "victimó" a Panamá al conquistar el cuarto puesto de la fase clasificatoria, mismo que otorgó a los aztecas la opción de encarar la repesca ante Nueva Zelanda, que como todos sabemos, fue ganada con solvencia por las tropas de Miguel Herrera.
Rumbo a Brasil, México ganó en casa y empató en Panamá
Con un nuevo proceso mundialista recién iniciado, y bajo la tutela del colombiano Hernán Darío Gómez, los centroamericanos buscarán dar un golpe de autoridad importante derrotando a los mexicanos en su casa y ante su gente, algo que jamás han conseguido. Por su parte, el Tricolor intentará continuar invicto en la era post Brasil 2014, en la que suman dos victorias -Bolivia y Honduras-, además de un empate -Chile-.
Futbolistas a Seguir
Erick Torres ha tenido un gran desempeño en las Chivas USA de la Major League Soccer, consolidándose como uno de los goleadores de aquella competición. El apodado 'Cubo' tendrá ante sí la oportunidad de convencer al cuerpo técnico de que está a la altura de las exigencias y puede estar en las listas para Copa Oro o Copa América del año venidero.
Blas Pérez es un viejo conocido de la afición mexicana, dado su paso por clubes como Pachuca y Tigres. El centro delantero que actualmente milita en el FC Dallas de la MLS sigue siendo un referente de la oncena canalera, ha encarado en varias ocasiones a los aztecas en hexagonales y Copa Oro, por lo que la zaga rival deberá estar atenta al daño que el espigado atacante pueda ocasionar.