Con más de 100 años de práctica en México, el futbol de nuestro territorio cuenta con nombres tan reconocidos como Hugo Sánchez, Rafael Márquez, Antonio Carbajal o Salvador Reyes, todos ellos piezas fundamentales para que el balompié sea lo que hoy día representa en la nación del águila y la serpiente; sin embargo, en ese más de siglo de vida, existe un personaje de inigualable carisma, de inconfundibles atuendos, con virtudes adelantadas a su tiempo, un parte aguas. Ese hombre es Jorge Campos.

'El Brody' es recordado por poseer la dualidad de desempeñarse como guardameta y delantero, y aunque sus máximas glorias las alcanzó bajo los tres postes, fue la posición de atacante la que le vio debutar con los Pumas de la UNAM en 1988.

Con el paso de los años, el oriundo de Acapulco adoptó la portería como su hogar, misma que le consolidaría en los anales de nuestro futbol, defendiéndola en dos Copas del Mundo -EUA 1994 y Francia 1998- como titular y acudiendo a una tercera -Corea-Japón 2002- como reserva.

Pese a su baja estatura para la posición de cancerbero -1.75m-, poseía un resorte descomunal que le ayudaba a compensar esa desventaja, aunado a un gran despeje de manos. Pero, sin duda alguna, el rasgo característico de Campos Navarrete, y que le ganó fama a nivel mundial, fue su habilidad para jugar el balón con los pies; era capaz de comandar el contragolpe de su equipo saliendo con pelota dominada desde su marco hasta media cancha para habilitar a quien mejor estuviera ubicado.

Todas sus cualidades en conjunto le permitieron ser reconocido, en su momento, como uno de los mejores porteros del planeta, compartiendo esta distinción con míticos como Peter Schmeichel, René Higuita y José Luis Chilavert.

'El Inmortal' trascendió más allá de los terrenos de juego

Tal fue su popularidad en la década de los 90's, que protagonizó una muy exitosa campañas publicitaria de la marca estadounidense Nike, junto a figuras de la talla de Ronaldo, Figo, Paolo Maldini y Eric Cantoná.

Su gran carisma y sentido del humor le permiten llevar magníficas relaciones con los personajes más importantes en la historia de este deporte. A donde quiera que va, Jorge Campos encuentra alguien con quien platicar y carcajear.

Sus estrafalarios uniformes jamás pasaron inadvertidos y se convirtieron en un objeto de culto e icónicos para una generación.

Hoy día, Jorge Campos se desenvuelve -con alguno que otro trabalenguas- como analista en partidos de la selección mexicana para la empresa TV Azteca, en donde hace mancuerna con un ex compañero suyo como Luis García, y con Christian Martinoli.

Vaya una gran felicitación para este ícono que hoy festeja 48 años de vida, y también reciba un agradecimiento por haber marcado a tantos aficionados al futbol, como un servidor, que creció viendo a un irreverente y estrafalario hombre de la costa, que en un balón tenía a su mejor amigo, y en su alegría por el futbol su máximo estandarte.