La Federación Mexicana de Fútbol ratificó un interinato sorprendente de Ricardo Ferretti en la Selección Mexicana. Este premio, que fue despreciado durante muchos años por el brasileño, es ahora símbolo de orgullo por parte de los hombres de pantalón largo quienes compraron un poco de más tiempo para tomar una mejor decisión a largo plazo.

Sin embargo, una decisión que parece correcta puede ser la perdición del equipo tricolor para lo que se había planeado durante los meses pasados. El despido de Miguel Herrera por la agresión al comentarista Christian Martinoli fue bochornosa, pero al mismo tiempo inesperada y golpea en un momento donde la baraja de técnicos era pobre.

Con los técnicos deseados con otros puestos o con una negativa rotunda de no tomar las riendas, las arcas de la FMF están temblando porque podrían perder un nivel monetario valioso si no se va a la Copa Confederaciones, símbolo de que nuestro balompié está en la élite y en la esfera que la FIFA espera, ya que además es dinero que va al máximo organismo del deporte.

Una eliminación contra Estado Unidos en este repechaje inventado por la CONCACAF para justificar dos Copas Oros seguidas, sería un desastre económico. Por lo menos una depreciación de valor de México, ya que siempre se ha buscado mantener las ganancias antes que un proyecto serio que justifique el nivel real o una mejora a lo futbolístico en el balompié azteca.

Hoy, Ferretti es un parche a las malas decisiones de todos los involucrados con la Selección Nacional y que no suena descabellado por los últimos resultados que ha tenido Tigres de la UANL internacionalmente. La Copa Libertadores fue un bálsamo y una revalorización de un técnico casado con una institución que está contento con la continuidad del llamado ‘Tuca’.

¿Hoy se estarán dando de topes los federativos que, a toda costa, impusieron la idea de que la Copa Oro es prioridad? Si el combinado azteca tipo ‘A’ hubiera ido a la Copa América y hace un buen papel… ¿Alguien lo hubiera recriminado? Quizá, por lo pronto, no hubiera expuesto el temperamento del ‘Piojo’ hasta el punto de explotar en un aeropuerto en tierras americanas después de una victoria con tintes de desastre.

Todo sigue quedando en el aire a pesar del llamado urgente a Ferretti. Es solo la decisión de Decio de María y compañía entender si quieren un proyecto a largo plazo con un técnico serio o una mezcla de entrenador agresivo y cautivador para los medios que tenga una buena relación, tanto con los medios como con los aficionados que pagarán cualquier precio por estar cerca de esta máquina de dinero llamada “Selección Mexicana”.