Con los corazones volcados y las gargantas afónicas terminó el encuentro de dobles en Bridgetown. Barbados estuvo a punto de creerse capaz de escribir un capítulo épico en la historia de su tenis, pero Santiago González y Tigre Hank se encargaron de despertarlos del cuento en el último instante.

Es cierto, la dupla azteca pudo haber sufrido mucho menos. Sin embargo, la fusión de diversos factores propiciaron que las sonrisas en el campamento mexicano al término del segundo set, se volvieran gestos nerviosos a la conclusión de la cuarta manga.

Autosufiencia azteca

El cambio inesperado en la alineación de México, donde Tigre Hank ocupó la presupuesta posición de Miguel Reyes Varela por un problema físico, no mermó el rendimiento de la dupla.

Desde el inicio Hank auxilió al especialista González en diferentes ocasiones para quebrar y finquitar los dos primeros sets con autoridad y sapiencia.

El momentum del encuentro se esfumaría en el bando mexicano cuando el saque de González fue desmenuzado en 2-3. A la postre, ese break representaría mucho más que sólo una doble falta.

Lewis y King comenzaron a creer lo que se gritaba a las afueras del campo de batalla. En un abrir y cerrar de ojos, el marcador pasó de 2 sets a 0 favor México a 2-2.

González, un escalafón arriba 

Las tribunas del Centro Nacional de Tenis eran un verdadero hervidero. La tensión se podía cortar con el aire; lógico de un quinto set.

Ambos países mantuvieron sus dos primeros servicios, pero Barbados quebró para irse arriba 3-2; un golpe que pudo haber sido mortal, de no ser por el doblista tricolor de mil batallas y reciente finalista de mixtos en el US Open: Santiago González.

La respuesta de González bajó presión demostró su pedigree. De su raqueta emergieron tiros que recuperaron el quiebre de inmediato. El veracruzano se encargaba de minar la confianza del rival y, además, alimentaba de seguridad a Hank.

El cuento se terminaría en el 4-5 con Barbados al saque. Las soberanas devoluciones de Hank y, sobre todo, González mataron la épica remontada barbadense que estuvo a tres games de concretarse.

México se va a dormir este sábado con medio boleto en el bolsillo. El anhelado ascenso está a tres sets de distancia.