El nuevo milenio recibió con los brazos abiertos a Atletica. La empresa textil mexicana fue nombrada como la marca que la Selección Mexicana de Fútbol vestiría en Corea-Japón 2002, pero dos años fueron más que suficiente para que la FEMEXFUT decidiera rescindir el contrato tras la justa mundialista. La razón: calidad tercermundista.

Sin embargo, el golpe mediático y las relaciones cosechadas en ese par de años manufacturaron más de lo necesario para que la empresa perteneciente al Grupo Jomar firmara un contrato con el Comité Olímpico Mexicano. Sydney (2002), Atenas (2004), Bejiing (2008) y Londres (2012) fueron los cuatro ciclos olímpicos que vieron desfilar a la delegación mexicana portando en su pecho el logotipo de Atletica.

Atletica vistió a la delegación mexicana durante cuatro ciclos olímpicos

Las quejas y problemáticas con la empresa jalisciense comenzaron formalmente en el 2006. En Cartagena de Indias 2006, los atletas argumentaron que sus indumentarias se deslavaron y la mayoría de sus maletas de viaje presentaban defectos de fábrica. Además, se reportaron incumplimientos en algunas entregas de vestimentas.

La poca innovación tecnológica en las prendas fue una de las molestias recurrentes por parte de los deportistas mexicanos. La clavadista Paola Espinosa fue la primera en actuar al negarse a competir con el traje de Atletica en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011; terminó vistiendo Nike porque es un "traje de baño que no está hecho para clavados".

Tras la larga lista de críticas, el COM le daría una última oportunidad a Atlética para reivindicarse en Londres 2012. No obstante, los yerros de la empresa fueron mayores a tal grado de que los marchistas recibieron paquetes con las tallas equivocadas. Aunado a esta situación, el terrible trabajo de diseño terminó por enterrar el insípido legado de Atletica.

Joma, un nuevo inicio

Los bríos de cambio llegaron al COM cuando en febrero, su presidente Carlos Padilla, dio a conocer que la marca española Joma diseñará y maquilará los uniformes de competencia del ciclo olímpico que comienza en Veracruz. En total serán 20 disciplinas: basquetbol, beisbol, balón mano, hockey, rugby, softball y voleibol, junto con el atletismo de pista y campo, badminton, boliche, frontón, golf, patinaje, raquetbol, squash, tenis, tenis de mesa, tiro con arco, ciclismo, mountain bike, pista, ruta y bmx, así como gimnasia artística, rítmica y trampolín.

En dicha conferencia de prensa se indicó que tanto el fútbol como los deportes acuáticos serían excluidas en el contrato de Joma. Hasta la fecha, Padilla Becerra no ha especificado qué firma vestirá a estas disciplinas. “Dividimos los contratos en uniformes exteriores, el de futbol estamos en trato con Adidas, esperemos en los próximos días poder anunciar el acuerdo”, declaró en febrero, “todos los deportes acuáticos tendrán otra marca, ahorita estamos negociando con cuatro compañías que están interesados en vestir no sólo la natación, sino todo lo que tenga que ver con el agua”.

Al ser cuestionado sobre la calidad de Joma, Padilla apuntó que “serán uniformes de gran calidad, con tecnología y que serán entregados en tiempo y con las tallas de cada uno de los atletas, tomando en cuenta la dotación de prendas. Todo lo hemos previsto de acuerdo a las experiencias que hemos tenido”.

Prueba uno, superada

El primer obstáculo para la empresa española, que manufactura las prendas en sus plantas en la ciudad española de Toledo, o en las que tienen en Portugal o Asia, fueron los Juegos Olímpicos Juveniles de Nanjing donde toda la delegación azteca portó la J.

Al término de la justa olímpica, VAVEL México cuestionó a una decena de los integrantes juveniles sobre la calidad de la firma toledana. El veredicto fue unánime: calidad y tecnología de primera.

Sin duda, Veracruz 2014 será la primera prueba en forma para Joma, que buscará dejar rápidamente en el olvido a una empresa que dejó la vara por los suelos.