Nunca es fácil digerir una derrota, mucho menos cuando se llega con la etiqueta de favorito. Ya con la cabeza fría y las ideas más claras, Uriel Adriano asumió su responsabilidad y reconoció la tristeza que aún le invade tras el descalabro sufrido en la semifinales contra el guatemalteco Guillermo Rodas por 4-5, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014.

El tamaulipeco, no se escondió, al contrario, con la frente en alto enlistó sus errores y en un ejercicio de autoanálisis, lamentó haber subestimado al rival.

“Estoy bien, pero sí estoy decepcionado conmigo mismo, pues quería la medalla de oro”, dijo Avigdor Adriano. “Yo siempre he dicho que no por ser campeón del mundo debo de subestimar a nadie y ahí está, ahora me tocó perder y simplemente es algo para salir adelante y saber que nunca hay que subestimar a nadie”.

"El Bazooka”, con una herida en el labio tras una patada del chapín, insistió en que si bien, es campeón mundial, no está exento de sufrir una derrota, por lo que miró el lado positivo del traspié y buscará obtener el mayor aprendizaje posible de esta escandalosa derrota ante un peleador sin clasifiación mundial.

“Sí, ahora me tocó perder y eso nunca lo he descartado de mi cabeza, siempre tengo presente que en algún momento puedo perder y en algún momento tengo que levantar para llegar más arriba”, indicó el taekwondoín, a quien ahora le tocó vivir el otro lado de la moneda en su exitosa carrera.

“Yo nunca he dicho que soy invencible, siempre puede pasar que hasta el mejor del mundo puede perder. Sí duele, pero como estuve en Guadalajara y mi primera medalla fue bronce, vamos escalando, tal vez en los próximos JCC pueda ganar”, agregó.

Sin más, Adriano buscará encontrar el antídoto para rectificar el camino y retomar su mejor nivel rumbo a Río 2016, pues sabe que sólo en trabajo y la constancia lo llevarán a su principal objetivo, la gloria olímpica.

“Simplemente un poco más de trabajo en patadas a la cara, creo que hubiera sido diferente, pero al final ganó el muchacho de Guatemala y no hay más”, remachó.