De tantas anécdotas que he tenido la fortuna de vivir en ésta, mi casa, hay una que jamás podré olvidar. Corrían los primeros meses de la inauguración de VAVEL México; la emotividad y ánimo rebasaban los topes tangibles de una redacción recién nacida cuando de repente, el director de un medio, a través de un tuit, nos acusaba de plagiar una nota suya.

De inmediato contacté a nuestro autor, quien me aseguró que esa información era de su autoría y, además, mencionaba datos que carecía la nota del medio en cuestión. No obstante, ya era muy tarde. Los ataques hacia nuestro redactor llegaban en grupo y en distintos calibres. El más agresivo, recuerdo perfectamente, que decía, más menos: "Deja de engañarte jugando a ser periodista en tu blog".

Dicen que el tiempo cura las heridas. En nuestro caso, el tiempo nos fortaleció día a día, noticia a noticia, reportaje a reportaje, y el paso de las manecillas hizo que las heridas se comenzaran a formar en los medios rivales.

Paulatinamente, el respaldo y la confianza de los lectores en nuestro periodismo profundo, veraz y alejado del sensacionalismo, comenzaron a verse reflejados en las ruedas de prensa y zonas mixtas de la Liga MX, el Ascenso MX y hasta la Selección Nacional.

El sello plural que impera en las venas de VAVEL nos impide pensar que el fútbol engloba la totalidad del deporte mexicano. Es por ello que te hemos informado sin cesar sobre aquellos desconocidos deportistas o cuando publicamos la exquisita #GuíaVAVEL de Veracruz 2014, entre muchas otras cosas.

También sería imposible dejar de lado el nacimiento de VAVEL Magazine MX, una publicación que surgió de la obligación por intentar cambiar la tendencia en los quioscos físicos y virtuales, donde en dos números, amalgamamos entrevistas con instituciones como Alberto Lati, Eduardo Sacheri, Luis García Postigo y Miguel Mejía Barón.

Sin embargo, no puedo mentir diciendo que el caminar en estos dos años ha sido sobre piedra lisa. Como capitán de este barco, me han dicho y llamado de todo. Y les doy las gracias, porque no han hecho más que motivarnos. Porque el 100% jamás se esperaba que este navío va donde va, no porque le pese a quien le pese, sino porque aquí siempre se ha albergado talento, energía, inconformismo y lo más importante, magia para crear realidades.

¡Qué curioso! Los que jugábamos a ser periodistas en un blog ya le hablamos de tú a las enormes cabeceras de antaño mientras que esos proclamados periodistas nos miran de reojo con una mueca.

Te invito a que levantes una copa, sí, tú, para festejar con nosotros por lo conseguido en el 2014 y brindar por lo que se viene en el 2015. Porque sin ti, jamás habríamos llegado hasta aquí.

Muchas gracias.