Irene Borrego cumplió un sueño más en su corta carrera deportiva, al llevarse tres preseas doradas en la división de los 44 kilogramos en halterofilia, por segundo año consecutivo en la Olimpiada Nacional 2015. 

La victoria casi se ve afectada por una lesión sufrida en el codo derecho en diciembre pasado, incluso que la dejo a punto de no asistir a esta justa y seguir brillando en la categoría sub 15.

"Fue en diciembre del año pasado, en un intento de arranque con 58 kilos se me luxo el codo y dejé de entrenar por la lesión. Una vez ya en rehabilitación volví a la práctica y así fue poco a poco conforme fui saliendo. Me recuperé más rápido de lo que esperaba”, dijo la mexicana al respecto.

"Por eso estas tres medallas tienen un valor extra para mí porque pensé que no iba a poder venir este año a la Olimpiada. Estoy muy orgullosa por este logro y por haber ganado las tres porque se supone que tenía posibilidad para un oro nada más", añadió.

La cosecha seguida de títulos importantes va dedicada a sus padres y entrenadores, quienes con su apoyo y cuidado diario, ayudaron a la deportista de 13 años a superar esa luxación.

"Me sentía muy triste porque después de uno o dos meses todavía no veía mucho cambio. Después competí en el regional para venir aquí y fue con muy poquito peso. Mi entrenador y mis papás me ayudaron mucho para poder salir adelante después de lo que me pasó", dijo.

Ya finalizando su entrevista, Irene aseguró que luego de cinco años de práctica, el encanto por el levantamiento de pesas se mantiene, así como también la adrenalina.

"Fue por mi hermano que empecé en este deporte a los ocho años, yo lo veía entrenar y me empezó a gustar. Primero lo veía como una distracción nada más, luego ya fue en serio y es lo que me tiene aquí. Me gusta mucha la adrenalina que se siente al levantar”.

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Ezequiel Gasca
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