Después de una semana difícil en la que la familia de la Fórmula 1 dio el último adiós al piloto Jules Bianchi, es momento de regresar a las pistas para que se dispute la décima fecha de la temporada. El Gran Premio de Hungría marca la mitad del calendario y Esteban Gutiérrez, piloto de reserva de la Scuderia Ferrari, vuela por Europa para estar junto a su equipo durante la contienda que se llevará a cabo del 24 al 26 de julio.

El circuito de Hungaroring se ubica cerca de la ciudad de Budapest y cuenta con 4.381 km de largo por lo que serán 70 vueltas las que tengan que dar los pilotos para completar la carrera. Según Esteban, al correr en este circuito te enfrentas a dos grandes desafíos: el clima por el cual es necesario cuidar que el desgaste de los neumáticos no sea excesivo y la secuencia de curvas que no dan margen de error.

“En Budapest, por lo general encontramos altas temperaturas y ese factor lo tenemos que tener muy presente, porque puede causar que las llantas se sobrecalienten en exceso. Es un circuito demandante porque la superficie de la pista está un poco irregular y muchas de las curvas son seguidas. Por ejemplo, en el segundo sector, hay varias curvas que se siguen unas a las otras un una sucesión muy rápida, empezando con la curva 5, inmediatamente seguida de la 6, después hay una chicana y desde ahí sigue así hasta la curva 12 sin descanso”, explicó el mexicano y continuó: “Mientras estas manejando tienes que pensar no solo en como atacar las curvas, sino que también tienes que asegurarte que no se sobrecalienten las llantas demasiado. De lo contrario manejar por el resto del circuito se convierte en una verdadera pesadilla”.

A pesar de este reto que supone Hungría, en general es una pista que la mayoría de los pilotos encuentran agradable y varios de los que actualmente forman la parrilla han conquistado lo más alto del podio en diferentes categorías: “Al mismo tiempo, es una pista que a mí me gusta mucho, donde he ganado bastante seguido en otras categorías”, reconoce Esteban.

Por otro lado, esta es la última carrera antes del descanso de verano, lo que alienta a los pilotos a dar un último esfuerzo antes de irse a unas merecidas vacaciones: “Cuando nosotros llegamos a Budapest, también sabemos que este es el último Gran Premio antes de las vacaciones de verano y usualmente eso genera una atmosfera positiva”, concluyó Gutiérrez.