El triatleta originario de Veracruz, Crisanto Grajales, viajó a Río de Janeiro para participar en el Test Olímpico de la especialidad, prueba que evalúa las rutas y logística a seguir durante los próximos Juegos Olímpicos de Río 2016.

El medallista centroamericano viajó con la ilusión de conocer lo que le depara en tierras amazónicas, al tiempo que declaró lo complicada que se espera sea la ruta: "Por ahí me he enterado y leído que la ruta está bastante complicada; para la natación, en estas fechas,(el agua) está un poco fresca, de todos modos traemos el traje de neopreno por cualquier cosa y nos dijeron que está muy movido el mar".

Asimismo, descartó que el calor represente una dificultad extra, puesto que no es la temporada más caliente de Brasil: "No es un clima extremo como es la temporada de calor en Brasil, que es impresionante, éste es muy bueno".

Del mismo modo, aceptó la alta competencia con la que se encontrará pero sin olvidar el objetivo principal que es conocer el terreno: "Todos vamos con ese objetivo, que es el de visualizar, conocer y, si podemos, grabar un poco la ruta de Juegos Olímpicos, porque hay que prepararnos muy bien y bien adaptados a ese clima y a esos terrenos".

Grajales acarrea molestias en la región sacra de la columna, misma que lo acompaña desde su participación en Juegos Panamericanos hace unas semanas, por lo que ha decidido no participar en algunas fecha de la Serie Mundial de la especialidad, esto con el fin de no arriesgarse y llegar a tope al Mundial que se realizará en Chicago: "Me he estado checando constantemente con los doctores, me he sacado radiografías, muchísimas cosas, y realmente lo que pasó fue una inflamación (...) Estamos planeando hacer un campamento de altura, todavía no tenemos el lugar exacto donde se va a hacer (...) Esto es para prepararnos para la gran final de Chicago, que es muy importante porque al final es un parámetro que pone la Federación acabar en top ocho y el mejor mexicano va a Juegos Olímpicos", finalizó.

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